Mateo 13:37 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―Muy bien —comenzó—: Yo soy el labrador que siembra el grano selecto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús respondió: —El Hijo del Hombre es el agricultor que siembra la buena semilla. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. La Biblia Textual 3a Edicion Él respondió y dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les respondió: 'El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondiendo Él les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; |
»El que los reciba a ustedes me estará recibiendo a mí; y el que me reciba está recibiendo al que me envió.
Otra de las parábolas o simbolismos que usó Jesús fue la siguiente: «El reino de los cielos es como el labrador que planta la buena semilla en el campo;
Al verlas, los trabajadores del labrador corren a donde está este y le dicen: “Señor, el terreno en que sembraste aquellos granos de buena calidad está lleno de hierbas malas”.
enviaré a mis ángeles a arrancar del reino a los que tientan a los demás y a los que hacen el mal.
―Las zorras tienen guaridas y las aves nidos —le respondió Jesús—; pero yo, el Hijo del hombre, no tengo ni dónde recostar la cabeza.
»El que los escucha a ustedes, me escucha a mí. El que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió».
Les aseguro que el que recibe al que yo envío me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió».
Jesús volvió a decir: ―¡La paz sea con ustedes! Como mi Padre me envió, así yo los envío a ustedes.
Sin embargo, cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes recibirán poder para ser mis testigos no sólo en Jerusalén, sino también en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.
No me atrevería a hablar de otra cosa sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para que los gentiles obedezcan a Dios. Lo he hecho con mis palabras y con el ejemplo de mi vida.
En tiempos remotos, Dios habló muchas veces y de varias maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas;
¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos esta gran salvación? El Señor anunció primero esta salvación y luego nos fue confirmada por los que la oyeron.