Les aseguro que de todos los hombres que han nacido en este mundo, ninguno ha sido mayor que Juan el Bautista. Y sin embargo, el más insignificante en el reino de los cielos es más grande que él.
Mateo 11:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, se ha combatido mucho contra el reino de los cielos, y los que son violentos luchan para acabar con él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Biblia Nueva Traducción Viviente Desde los días en que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino del cielo ha venido avanzando con fuerza, y gente violenta lo está atacando. Biblia Católica (Latinoamericana) Desde los días de Juan Bautista hasta ahora el Reino de Dios es cosa que se conquista, y los más decididos son los que se adueñan de él. La Biblia Textual 3a Edicion Pero desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo toman por la fuerza.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino del cielo sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. |
Les aseguro que de todos los hombres que han nacido en este mundo, ninguno ha sido mayor que Juan el Bautista. Y sin embargo, el más insignificante en el reino de los cielos es más grande que él.
―Juan —le respondió Jesús—, bautízame, porque nos conviene cumplir lo que Dios manda. Y Juan lo bautizó.
―Traten de entrar por la puerta angosta, porque muchos tratarán de entrar y no podrán.
»La ley y los profetas se anunciaron hasta Juan. Desde entonces, se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
De cuando en cuando un ángel del Señor bajaba al estanque y movía el agua. El primero que se metía al agua después de que había sido removida, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera.
No trabajen por la comida que se acaba. Trabajen más bien por la comida que permanece y da vida eterna, que es la comida que el Hijo del hombre les dará. Sobre él ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.
Queridos hermanos, ustedes siempre me han obedecido, no sólo cuando estuve con ustedes sino también ahora que ya no estoy; lleven a cabo su salvación con temor y temblor,