David se levantó del suelo y se lavó, se cepilló el cabello, se cambió la ropa, entró en el Santuario y adoró al Señor. Luego regresó al palacio, y comió.
Lucas 7:46 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Tú no me ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ungió los pies con perfume. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con perfume mis pies. Biblia Nueva Traducción Viviente Tú no tuviste la cortesía de ungir mi cabeza con aceite de oliva, pero ella ha ungido mis pies con un perfume exquisito. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú no me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha derramado perfume sobre mis pies. La Biblia Textual 3a Edicion No ungiste mi cabeza con aceite, pero ésta ungió con perfume mis pies. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha ungido mis pies con perfume. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No ungiste mi cabeza con aceite; pero esta mujer, ha ungido mis pies con ungüento. |
David se levantó del suelo y se lavó, se cepilló el cabello, se cambió la ropa, entró en el Santuario y adoró al Señor. Luego regresó al palacio, y comió.
envió por una mujer de Tecoa, que tenía reputación de gran sabiduría, y le dijo que pidiera una entrevista con el rey. Pero antes de que la mujer se presentara delante del rey, Joab le dijo: ―Vístete de luto, no te eches perfume, como si estuvieras de duelo por un hijo muerto. Luego irás donde el rey y le dirás todo lo que yo te diga.
y vino para alegrarlo, y aceite de oliva como loción para su piel, y pan para fortalecerlo.
Preparas un banquete para mí, en presencia de mis enemigos. Me recibes como invitado tuyo, ungiendo con perfume mi cabeza. ¡Mi copa rebosa de bendiciones!
En ese tiempo no probé vino ni carne, y no comí alimentos especiales, ni me puse ningún perfume.
Les encanta beber vino en grandes cantidades y perfumarse con ungüentos aromáticos, pero no les importa el estado desastroso del país.
Plantarás, pero no disfrutarás de tus cosechas; exprimirás las aceitunas, pero no podrás usar su aceite. Pisarás las uvas, pero no beberás su vino.
Por eso te digo que ella ama mucho porque sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero al que se le perdonan pocos pecados, poco ama.
Haz lo que te voy a decir: báñate y perfúmate y ponte tu mejor vestido, y ve luego al campo. Pero no permitas que te vea hasta que haya terminado de comer.