Es contra ti, sólo contra ti, que he pecado, y he hecho lo malo ante tus ojos. Tu sentencia contra mí es justa y tu juicio irreprochable.
Lucas 7:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Todo el pueblo, hasta los que cobraban impuestos, al oír esto reconocieron que lo que Dios pide es justo e hicieron que Juan los bautizara. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando oyeron esto, todos —hasta los cobradores de impuestos— coincidieron en que el camino de Dios era el correcto, porque fueron bautizados por Juan; Biblia Católica (Latinoamericana) Todo el pueblo escuchó a Juan, incluso los publicanos; confesaron sus faltas y recibieron su bautismo. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo el pueblo y los publicanos, al oírlo, justificaron a Dios,° habiendo sido bautizados con el bautismo de Juan, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al oírlo, todo el pueblo, incluso los publicanos, reconocieron los designios de Dios y recibieron el bautismo de Juan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todo el pueblo y los publicanos, al oírle, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan. |
Es contra ti, sólo contra ti, que he pecado, y he hecho lo malo ante tus ojos. Tu sentencia contra mí es justa y tu juicio irreprochable.
Si ustedes aman sólo a los que los aman, ¿qué de extraordinario tiene eso? ¡Aun la gente mala puede hacerlo!
Y si decimos que “de la tierra”, todo el pueblo nos apedreará, porque están seguros de que Juan era un profeta».
Unos que cobraban impuestos vinieron también para que los bautizara, y le preguntaron: ―Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?
Les digo que entre todos los hombres no hay otro más grande que Juan. Sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él».
Alguien le había hablado del camino del Señor y, como era muy fervoroso, hablaba y enseñaba acerca de Jesús, aunque conocía sólo el bautismo de Juan.
―¿Y cómo fue que les bautizaron? —les preguntó. ―De acuerdo con el bautismo de Juan —le respondieron.
Como no conocen la manera en que Dios nos declara justos, tratan de hacerse justos a su propia manera, y así terminan rechazando la manera en que Dios quiere aceptarlos.
y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero: «Formidables y maravillosas son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.
Y escuché que aquel ángel de las aguas decía: «Justo eres al enviar estos juicios, santo Señor, que eres y que eras,
«Setenta reyes sin pulgares en las manos y los pies recogían migajas debajo de mi mesa» —dijo Adoní Bézec—. Ahora el Señor me ha pagado con lo mismo. Después lo llevaron a Jerusalén y allí murió.