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Lucas 3:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

En aquel tiempo, los jefes de los sacerdotes eran Anás y Caifás. Entonces Dios le habló a Juan, el hijo de Zacarías, en el desierto.

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Biblia Reina Valera 1960

y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Anás y Caifás eran los sumos sacerdotes. En ese tiempo, un mensaje de Dios llegó a Juan, hijo de Zacarías, que vivía en el desierto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Anás y Caifás eran los jefes de los sacerdotes. En este tiempo la palabra de Dios le fue dirigida a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, fue hecha° revelación de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, le llegó a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto, la palabra de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

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Lucas 3:2
21 Tagairtí Cros  

¡Escuchen! Oigo a alguien gritar: ―¡Abran para el Señor un camino derecho y parejo a través del desierto!


Recibió el primero de los mensajes de parte de Dios en el año trece del reinado de Josías, hijo de Amón, rey de Judá.


Me habló nuevamente el Señor y dijo:


fue cuando empecé a recibir visiones y mensajes de parte del Señor.


El Señor envió este mensaje a Jonás, hijo de Amitay:


Este es el mensaje dado por el Señor a Miqueas, que vivió en el pueblo de Moréset, durante los reinados de Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Este mensaje está dirigido a Samaria y a Jerusalén, recibido por Miqueas en forma de visiones.


Cuando Josías, hijo de Amón, reinaba en Judá, el Señor le dio un mensaje al profeta Sofonías. Este era hijo de Cusí, quien, a su vez, era hijo de Guedalías, nieto de Amarías y bisnieto de Ezequías.


Cuando los discípulos de Juan se marcharon, Jesús se puso a hablar de Juan a la multitud: «Cuando salieron al desierto a ver a Juan, ¿qué esperaban ver en él? ¿Una caña que el viento sacude?


En aquel mismo instante, los principales sacerdotes y los funcionarios judíos se reunían en la residencia de Caifás, el sumo sacerdote, y discutían sobre la manera de capturar a Jesús a espaldas del pueblo y matarlo.


En el libro que escribió el profeta Isaías dice: «Mira, voy a enviar un mensajero delante de ti, a prepararte el camino».


El niño crecía y su espíritu se hacía más fuerte; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel.


Juan respondió con las palabras del profeta Isaías: ―Yo soy la voz del que grita en el desierto: “Preparen un camino recto para el Señor”.


Entonces Anás lo envió atado ante el sumo sacerdote Caifás.


Entre los presentes se encontraba Anás el sumo sacerdote, Caifás, Juan, Alejandro y todos los miembros de la familia sacerdotal.