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Lucas 22:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Por eso, yo mismo les doy un reino como mi Padre me lo ha dado a mí.

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Biblia Reina Valera 1960

Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así como mi Padre me concedió un reino, yo ahora les concedo el derecho

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por eso les doy autoridad como mi Padre me la dio a mí haciéndome rey.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Yo pues os asigno° un reino, como mi Padre me lo asignó,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

por eso, del mismo modo que mi Padre dispuso a favor mío de un reino, yo también dispongo de él a favor vuestro,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,

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Lucas 22:29
14 Tagairtí Cros  

¡Los pondré a cargo de mis bienes!


El jefe, satisfecho, le dijo: “¡Magnífico! Eres un siervo bueno y fiel. Y ya que fuiste fiel con el poco dinero que te di, te voy a confiar una cantidad mayor. Ven, entra, celebremos tu éxito”.


»Entonces yo, el Rey, diré a los de mi derecha: “Vengan, benditos de mi Padre. Entren al reino que está preparado para ustedes desde la fundación del mundo,


Pero él se les acercó y les dijo: ―He recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra.


¡Dichosos los que sufren persecución por ser justos, porque el reino de los cielos les pertenece!


«¡Dichosos los que reconocen su pobreza espiritual, porque de ellos es el reino de los cielos!


»No tengan miedo, mi pequeño rebaño, porque el Padre de ustedes, en su bondad, quiere darles el reino.


El rey le respondió: “¡Muy bien, eres un buen empleado! Como has sido fiel en lo poco que te entregué, te nombro gobernador de diez ciudades”.


Los deportistas se someten a una estricta disciplina. Ellos lo hacen para ganar un premio que se echa a perder, mientras que nosotros nos esforzamos por obtener un premio que jamás se desvanecerá.


Tenemos una esperanza segura en ustedes, porque sabemos que participan tanto de nuestros sufrimientos como de nuestro consuelo.


Si soportamos nuestros sufrimientos, reinaremos con él. Si negamos a Cristo, él también dirá que no nos conoce;


Escuchen, hermanos queridos: Dios ha escogido a los que son pobres según el mundo, para que sean ricos en fe y reciban como herencia el reino que él prometió a quienes lo aman.


Así, cuando aparezca el Pastor principal, ustedes recibirán la corona de gloria que durará para siempre.


Doce piedras constituían los cimientos de la muralla, y en cada una de ellas estaba escrito el nombre de uno de los doce apóstoles del Cordero.