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Lucas 22:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Pues yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues no volveré a beber vino hasta que venga el reino de Dios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

porque les aseguro que ya no volveré a beber del jugo de la uva hasta que llegue el Reino de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

porque os digo que no beberé° más del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

porque os digo que, desde ahora, ya no beberé del producto de la vid hasta que llegue el reino de Dios'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

porque os digo que no beberé del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.

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Lucas 22:18
22 Tagairtí Cros  

y vino para alegrarlo, y aceite de oliva como loción para su piel, y pan para fortalecerlo.


Aquí estoy en mi huerto, amada mía, novia mía. Reúno la mirra con las especias mías y como mi panal con la miel. Bebo mi vino con mi leche. ¡Oh, amado y amada, coman y beban! ¡Sí, beban hasta saciarse!


Aquí en el monte Sion en Jerusalén, el Señor Todopoderoso brindará un admirable festín para todos los habitantes del mundo: habrá deliciosos manjares, vinos claros añejados y la mejor carne.


¡Oigan! ¿Alguien tiene sed? ¡Que venga y beba, aunque no tenga dinero! ¡Vengan, elijan el vino y la leche que gusten: todo es gratis!


»Durante el gobierno de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido, al que nadie jamás podrá conquistar. Este reino de Dios destruirá a todos estos reinos, pero él mismo permanecerá estable para siempre.


El Señor Todopoderoso defenderá a su pueblo. Por eso, ellos pisotearán, victoriosos, las armas de sus enemigos; celebrarán con gozo su victoria, beberán vino hasta embriagarse, y derramarán la sangre de sus enemigos, como la sangre de los animales sacrificados que se deposita en los tazones y luego se derrama sobre el altar.


¡Todos apreciarán la bondad y hermosura de Dios! ¡La felicidad del pueblo será muy grande! ¡Qué bello será todo aquello! ¡El trigo dará vigor a sus jóvenes, y el vino dulce alegrará a las muchachas!


Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y los poderes del infierno no prevalecerán contra ella.


Recuerden: No volveré a beber de este vino hasta el día en que beba con ustedes del nuevo vino en el reino de mi Padre.


Luego tomó una copa, dio gracias y se la dio a ellos; y todos bebieron de ella.


Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid, hasta el día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.


Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero no lo tomó.


»Algunos de los que están aquí no morirán sin contemplar el advenimiento del reino de Dios con poder» —añadió Jesús.


Así también, cuando vean que las cosas que les dije suceden, eso quiere decir que el reino de Dios está cerca.


Pues les aseguro que no volveré a comerla hasta que tenga su cumplimiento en el reino de Dios.


Les aseguro que algunos de los que están aquí no morirán sin antes haber visto el reino de Dios.


Él nos rescató del reino de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado,


Pero la vid respondió: “¿Dejaré de producir el vino que alegra a Dios y a los hombres para ser poderosa entre los árboles?”.