Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Lucas 18:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Cuando Jesús lo vio tan triste, dijo: ―¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús lo vio y dijo: «¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Al verlo, dijo Jesús: '¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios para los que tienen riquezas!'

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y viéndolo Jesús, dijo: ¡Cuán difícilmente entran en el reino de Dios los que tienen riquezas!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al verlo Jesús, dijo: '¡Qué difícilmente entran en el reino de Dios los que tienen riquezas!

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Lucas 18:24
18 Tagairtí Cros  

Estos hombres se vanaglorian de todos sus malos deseos, injurian a Dios y felicitan al ambicioso.


El que confía en sus riquezas se marchitará como las hojas, pero el justo florecerá como las ramas.


El rico piensa que su riqueza es una ciudad protegida por altos muros, impenetrable.


Porque si tengo mucho, quizá te desconozca y diga: ¿Quién es el Señor? Y si tengo poco, quizá robe y deshonre así tu santo nombre.


Oh pueblo mío, dime: ¿He sido acaso injusto con Israel? ¿He sido para ellos como tierra mala y egoísta? ¿Por qué entonces dice mi pueblo: «Por fin nos vemos libres de Dios, jamás volveremos a tener nada con él?».


Iré ahora a sus jefes, a los hombres prominentes y les hablaré, pues ellos conocen bien las instrucciones del Señor y las consecuencias que una conducta malvada acarrea». ¡Pero resulta que también ellos habían rechazado por completo a su Dios!


Al rey le dolió complacerla, pero no podía faltar a su palabra delante de los invitados.


Al oír el hombre esto, se puso muy triste, pues era muy rico.