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Lucas 10:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Llegó adonde estaba, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó.

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Biblia Reina Valera 1960

y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Se le acercó y le alivió las heridas con vino y aceite de oliva, y se las vendó. Luego subió al hombre en su propio burro y lo llevó hasta un alojamiento, donde cuidó de él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y allegándose, vendó sus heridas derramando aceite y vino, y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón, y cuidó de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

se acercó a él, le vendó las heridas después de habérselas ungido con aceite y vino, lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a la posada y se ocupó de cuidarlo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndolo sobre su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él.

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Lucas 10:34
14 Tagairtí Cros  

Cuando se detuvieron para pasar la noche, uno de ellos abrió su costal para sacar grano, para dar de comer a sus animales y, ¡encontró el dinero dentro del costal!


Él sana a los quebrantados de corazón y les venda las heridas.


Durante el viaje, Moisés y su familia se detuvieron para pasar la noche. Allí el Señor se le apareció y amenazó con matarlo.


Ella hizo lo que pudo. Se ha anticipado a ungir mi cuerpo, preparándolo para la sepultura.


Pero un samaritano que iba de viaje por el mismo camino, se acercó al hombre y, al verlo, se compadeció de él.


Al día siguiente, le dio dos monedas de plata al dueño del alojamiento y le dijo: “Cuídeme a este hombre, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando vuelva”.


y dio a luz a su primer hijo. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no habían encontrado lugar para ellos en la posada.


Y también está escrito: «Dale de comer a tu enemigo si está hambriento; y si tiene sed, dale de beber. Así se avergonzará de lo que te ha hecho».


Asegúrense de que ninguno pague mal por mal. Al contrario, procuren siempre hacer el bien, no sólo entre ustedes sino también a todos los demás.