Pronto se dio cuenta que iba a tener mellizos porque los niños luchaban dentro de su vientre. Preocupada, Rebeca se dijo así misma: «Si las cosas van a seguir así, ¿para qué quiero seguir viviendo?». Entonces fue a consultar al Señor,
Lucas 1:41 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó dentro de ella. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, Biblia Nueva Traducción Viviente Al escuchar el saludo de María, el bebé de Elisabet saltó en su vientre y Elisabet se llenó del Espíritu Santo. Biblia Católica (Latinoamericana) Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Elisabet oyó el saludo de Miriam, aconteció que la criatura saltó de gozo en su vientre, y Elisabet fue llena° del Espíritu Santo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apenas oyó Isabel el saludo de María, el niño saltó de gozo en su seno, ella quedó llena de espíritu santo Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, |
Pronto se dio cuenta que iba a tener mellizos porque los niños luchaban dentro de su vientre. Preocupada, Rebeca se dijo así misma: «Si las cosas van a seguir así, ¿para qué quiero seguir viviendo?». Entonces fue a consultar al Señor,
Desde antes de mi nacimiento he sido puesto a tu cuidado; desde el mismo momento en que nací, has sido tú mi Dios.
porque tu hijo va a ser un gran hombre delante del Señor. Nunca tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo aun antes que nazca.
dijo en voz muy fuerte: ―Dios te ha bendecido más a ti que a todas las mujeres, y también ha bendecido al hijo que darás a luz.
En el momento en que escuché tu saludo, la criatura que llevo dentro de mí saltó de alegría.
Entonces Zacarías, su padre, lleno del Espíritu Santo, dijo esta profecía:
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo llevó al desierto.
Entonces cada uno de los presentes quedó lleno del Espíritu Santo y empezó a hablar en idiomas que no conocía, pero que el Espíritu Santo le permitía hablar.
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió: ―Distinguidos dirigentes y ancianos del pueblo:
Por lo tanto, hermanos, seleccionen de entre ustedes a siete hombres sabios, llenos del Espíritu Santo y que gocen de buena reputación, y pongámoslos al frente de este trabajo.
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, elevó los ojos al cielo y contempló la gloria de Dios y a Jesús a la derecha de Dios.
Ananías obedeció. Al llegar a donde estaba Saulo, le puso las manos encima y le dijo: ―Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
No se embriaguen, pues no se podrán controlar; más bien dejen que el Espíritu Santo los llene y controle.