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Lucas 1:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Ella decía: «El Señor me ha mostrado su bondad haciendo que yo vaya a tener un hijo y así la gente ya no me despreciará».

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Biblia Reina Valera 1960

Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«¡Qué bondadoso es el Señor! —exclamó ella—. Me ha quitado la vergüenza de no tener hijos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡Qué no ha hecho por mí el Señor! Es ahora cuando quiso liberarme de mi vergüenza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta° entre los hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

'Así lo ha hecho el Señor conmigo, cuando le ha parecido bien acabar con mi descrédito ante la gente'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así me ha hecho el Señor en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres.

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Lucas 1:25
14 Tagairtí Cros  

Como Rebeca no podía tener hijos, Isaac oró al Señor a favor de ella. El Señor escuchó su oración, de modo que Rebeca quedó embarazada.


Y Mical, hija de Saúl, murió sin haber tenido hijos.


El Señor le quitará el poder a la muerte para siempre. El Señor secará toda lágrima y ahuyentará para siempre todas las injurias y burlas que se dirigen contra su tierra y su pueblo. ¡El Señor ha hablado! ¡Sin duda cumplirá su palabra!


En aquel tiempo quedarán vivos tan pocos hombres, que siete mujeres se pelearán por cada uno de ellos y dirán: «¡Queremos casarnos contigo! Nosotras aportaremos nuestra comida y nuestra ropa, basta que nos dejes llevar tu apellido para que nadie se mofe de nosotras por ser solteronas».


Pero el ángel le dijo: ―No tengas miedo, Zacarías, pues Dios ha escuchado tus oraciones. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y lo llamarás Juan.


Poco tiempo después, Elisabet quedó embarazada; y durante cinco meses no salió de su casa.


Por la fe, Abraham, a pesar de ser demasiado viejo y de que Sara no podía tener hijos, recibió fuerzas para tener hijos, porque confió en que Dios cumpliría la promesa que le había hecho.


Pero, primero déjame que suba a los montes y llore con mis amigas mi virginidad durante dos meses.


Penina empeoraba la situación burlándose de Ana a causa de su esterilidad.