Como resultado hubo gran hambre en la ciudad. Al poco tiempo la cabeza de un burro se vendía hasta por ochenta monedas de plata, y un cuarto de litro de estiércol de paloma, por cinco.
Levítico 26:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Destruiré sus abastecimientos de alimento, de modo que un horno será suficiente para cocer el pan de diez familias, y tendrán hambre después que les hayan dado su ración. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando yo os quebrante el sustento del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis. Biblia Nueva Traducción Viviente Destruiré su provisión de alimentos, al punto de que diez mujeres necesitarán un solo horno para preparar el pan de sus familias. Ellas racionarán el alimento por peso, y aunque coman, no se saciarán. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les quitaré el pan, hasta el punto que diez mujeres cocerán todo su pan en un solo horno, y se lo darán tan medido que no se podrán saciar. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Yo os quebrante la vara° del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un solo horno, y os devolverán vuestro pan por peso, y comeréis, pero no os saciaréis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando yo os retire el sustento del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un solo horno. Os lo darán tan tasado que lo comeréis y seguirés teniendo hambre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando yo os quebrante el sustento del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis. |
Como resultado hubo gran hambre en la ciudad. Al poco tiempo la cabeza de un burro se vendía hasta por ochenta monedas de plata, y un cuarto de litro de estiércol de paloma, por cinco.
Hizo venir el hambre sobre la tierra de Canaán, cortando su fuente de alimento.
El Señor Todopoderoso les cortará a Jerusalén y a Judá la fuente de agua y alimentos,
¡Cinco hectáreas de viñedos producirán sólo veinticuatro litros de jugo! ¡Doscientos cuarenta litros de semilla no darán más que veinticuatro litros de cosecha!
La tierra está ensombrecida por las nubes negras provocadas por tal incendio, por la ira del Señor Todopoderoso. Pasto de las llamas es el pueblo. Cada cual lucha contra su hermano para robarle el alimento, pero nunca tendrá suficiente. ¡Finalmente, llegarán hasta comerse a sus propios hijos!
Cuando ayunen, no pondré atención; cuando me presenten sus ofrendas y sacrificios, no los aceptaré. Lo que les daré como respuesta será guerra, hambre y enfermedad.
«Hombre mortal, cuando la gente de esta tierra cometa infracciones contra mis instrucciones, yo los aplastaré con mi puño y suspenderé su sustento y les haré sufrir hambre tanto a las personas como a los animales.
Habrás de sacar de esto una ración de doscientos cuarenta gramos por vez, una comida por día.
Luego me dijo: «Hombre mortal, el pan estará restringido en Jerusalén. Será pesado con gran cuidado y comido con temor. Y el agua será distribuida con medida, y bebida con ansiedad.
¡Yo haré que le falte al pueblo pan y agua, y que se miren el uno al otro con terror, y se llenen de angustia y de remordimientos!
»Les castigaré con hambrunas severas para destruirlos. El hambre se acrecentará hasta que no quede ni un pedazo de pan.
Comerán, pero quedarán con hambre; fornicarán con sus amantes, pero no tendrán hijos. Esto les acontecerá porque me han abandonado y han rendido homenaje a otros dioses.
Comerás, pero no te sentirás satisfecho. Sentirás siempre los retortijones del hambre como si siempre anduvieras con el estómago vacío. Aunque te empeñes en ahorrar, no lo conseguirás; y si algo logras guardar, haré que lo pierdas en la guerra.
Siembran mucho, pero recogen poco; comen, pero quedan con hambre; beben, pero quedan con sed; se visten, pero la ropa no los calienta; y el salario no les alcanza para nada.