El Señor Dios Todopoderoso me ha revelado que este pecado no se les perdonará hasta el día de su muerte.
Levítico 15:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cualquiera que toque su cama o su asiento deberá lavarse la ropa, y bañarse, y quedará impuro hasta la noche. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cualquiera que tocare su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche. Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien llega a tocar la cama de la mujer, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer. Biblia Católica (Latinoamericana) Quien toque su cama deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y permanecerá impuro hasta la tarde. La Biblia Textual 3a Edicion Cualquiera que toque el lecho de ella, lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien toque su cama, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cualquiera que tocare a su cama, lavará sus vestiduras, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la tarde. |
El Señor Dios Todopoderoso me ha revelado que este pecado no se les perdonará hasta el día de su muerte.
»Cualquiera que toque sus cuerpos muertos quedará impuro hasta la noche,
El lugar en que la mujer se acueste o se siente durante el tiempo de su impureza, quedará impuro.
Todo lo que una persona contaminada toque, permanecerá contaminado hasta la noche. Y quien toque a una persona contaminada, también quedará contaminado hasta la noche».
Puesto que tenemos tan grandes promesas, amados hermanos, apartémonos del mal, ya sea mal corporal o espiritual. Así en el temor de Dios procuraremos ser completamente santos.
Si así hubiera sido, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde que el mundo fue creado. Pero ahora, al final de los tiempos, se ha ofrecido una sola vez y para siempre para acabar con el pecado por medio de su propio sacrificio.
―No, Señor —respondí—. Dímelo. ―Estos son los que pasaron por la gran tribulación —me dijo—. Su ropa está blanca porque la lavaron y blanquearon con la sangre del Cordero.