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Jueces 20:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Y como un solo hombre respondieron: ―Ninguno de nosotros regresará a casa

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni volverá ninguno de nosotros a su casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y todo el pueblo se puso de pie al mismo tiempo y proclamó a una voz: —¡Ninguno de nosotros volverá a su hogar! ¡No, ni una sola persona!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todo el pueblo se levantó como un solo hombre y dijo: '¡Que ninguno de nosotros se retire a su tienda, que nadie regrese a su casa!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces todo el pueblo se levantó como un solo hombre, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni volverá ninguno a su casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todo el pueblo como un solo hombre se levantó para decir: '¡Nadie volverá a su tienda ni se irá a su casa!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni ninguno de nosotros volverá a su casa.

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Jueces 20:8
8 Tagairtí Cros  

El Señor prefiere que practiquemos la justicia y la honradez en lugar de los sacrificios.


Haz bien todo lo que emprendas, porque en la muerte, a la cual vas, no hay trabajo, planes, saber ni entendimiento.


Entonces toda la nación de Israel envió a sus dirigentes y a cuatrocientos cincuenta mil hombres para que se reunieran delante del Señor en Mizpa. Vinieron desde Dan, desde Berseba y de todos los lugares intermedios, y desde el otro lado del Jordán, de la tierra de Galaad.


Todos los hombres de Israel se juntaron contra la ciudad,


Ahora, hijos de Israel, denme su parecer y su consejo.


hasta que no hayamos terminado de castigar al pueblo de Guibeá. La décima parte de las tribus será seleccionada por suertes y estará encargada de abastecernos de alimentos, y el resto de nosotros destruirá a Guibeá por esta horrible acción.


Los jefes de Israel habían jurado en Mizpa que no permitirían que sus hijas se casaran con hombres de la tribu de Benjamín.


Y decían entre ellos: «¿Hubo alguna tribu de Israel que no estuviera representada cuando tuvimos nuestro consejo delante del Señor en Mizpa?». En aquella ocasión se había acordado por juramento solemne que quien se negara a asistir «debía morir».