El jefe de la guarnición arrestó al apóstol y ordenó que lo ataran con dos cadenas. Luego preguntó quién era y qué había hecho.
Jueces 16:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Nuevamente, mientras él dormía, Dalila tomó cuerdas nuevas y lo ató con ellas. Los filisteos estaban escondidos en la pieza contigua como antes. Una vez más Dalila dijo: ―¡Sansón, los filisteos han venido a capturarte! Pero él rompió las cuerdas con sus brazos como si fueran telas de araña. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y los espías estaban en el aposento. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Dalila tomó sogas nuevas y ató a Sansón con ellas. Los hombres estaban escondidos en otra habitación como antes, y de nuevo Dalila gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos han venido a capturarte!»; pero otra vez Sansón rompió las sogas que le ataban los brazos como si fueran hilos. Biblia Católica (Latinoamericana) Dalila lo amarró con cuerdas nuevas; luego dijo: '¡Sansón, los filisteos te atacan!' Le habían preparado una emboscada en su pieza, pero él rompió las cuerdas como si fueran hilo. La Biblia Textual 3a Edicion Y Dalila tomó sogas nuevas y lo ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos te acometen! (y los hombres permanecían al acecho en el aposento interior). Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomó entonces Dalila cuerdas nuevas, lo ató con ellas y gritó: '¡Sobre ti los filisteos, Sansón!'. Había en la alcoba hombres apostados en acecho. Pero él rompió las cuerdas de sus brazos como un hilo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y los espías estaban en una cámara. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo. |
El jefe de la guarnición arrestó al apóstol y ordenó que lo ataran con dos cadenas. Luego preguntó quién era y qué había hecho.
Cuando Sansón y sus captores llegaron a Lehí, los filisteos gritaron de alegría. Pero el Espíritu del Señor vino sobre Sansón y las cuerdas con que estaba atado se rompieron como hilos y cayeron de sus muñecas.
―Si me atan con cuerdas nuevas que jamás hayan sido usadas —le respondió—, seré tan débil como cualquier otro hombre.
―Te has burlado nuevamente de mí, y me has vuelto a mentir. Ahora dime cómo se te puede capturar. ―Si tejes mi cabello con un telar —le dijo—, yo me debilitaré.