Cuatro veces me enviaron el mismo mensaje y otras tantas les respondí lo mismo.
Jueces 16:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Dalila le dijo: ―Te estás burlando de mí. Me has mentido. Dime, ¿cómo se te puede vencer? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme, pues, ahora, te ruego, cómo podrás ser atado. Biblia Nueva Traducción Viviente Después Dalila le dijo: —¡Hasta ahora te has burlado de mí y me has dicho mentiras! Así que, por favor, dime cómo es posible amarrarte sin que te liberes. Biblia Católica (Latinoamericana) Dalila dijo a Sansón: 'Te burlaste de mí y me contaste mentiras. Dime con qué hay que amarrarte'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Dalila dijo a Sansón: Mira, me has engañado y me has dicho mentiras. Ahora te ruego que me declares cómo se te puede atar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces Dalila a Sansón: 'Te has burlado de mí y me has dicho una mentira. Por favor, dime ahora con qué habría que atarte'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme pues, ahora, yo te ruego, cómo podrás ser atado. |
Cuatro veces me enviaron el mismo mensaje y otras tantas les respondí lo mismo.
No testifiques sin ninguna causa contra tu prójimo ni digas mentiras.
Así que vienen como si fueran sinceros y se sientan ante ti a escucharte. ¡Pero ellos no tienen ninguna intención de hacer lo que yo les diga! Hablan dulcemente de amar al Señor, pero con sus cabezas están pensando sólo en el robo.
Pero Jesús le preguntó: ―Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?
―Si me atan con cuerdas nuevas que jamás hayan sido usadas —le respondió—, seré tan débil como cualquier otro hombre.
―Te has burlado nuevamente de mí, y me has vuelto a mentir. Ahora dime cómo se te puede capturar. ―Si tejes mi cabello con un telar —le dijo—, yo me debilitaré.
―Cómo no —respondió Sansón—. Si me atan con siete mimbres verdes, quedaré tan débil como cualquiera.
Algunos de los hombres estaban escondidos en la pieza contigua, de modo que tan pronto como ella lo hubo atado, exclamó: ―¡Sansón, los filisteos están aquí! Pero él reventó los mimbres verdes como si hubieran sido hilo de algodón y no fue descubierto su secreto.