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Jueces 14:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

En aquel momento el Espíritu de Dios vino poderosamente sobre Sansón y, aunque no tenía armas, despedazó al león con la facilidad con que se mata un cabrito. Pero nada les dijo a su padre ni a su madre acerca de ello.

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Biblia Reina Valera 1960

Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En ese instante, el Espíritu del Señor vino con poder sobre él y despedazó las quijadas del león a mano limpia; tan fácilmente como si hubiera sido un cabrito. Pero no contó nada de lo sucedido ni a su padre ni a su madre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En ese momento se apoderó de él el espíritu de Yavé, desgarró al leoncito como se desgarra a un cabrito, siendo que nada tenía en las manos. No contó nada de esa hazaña ni a su padre ni a su madre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el Espíritu de YHVH lo invadió,° y lo destrozó como quien destroza a un cabrito, sin tener nada en su mano. Pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces el espíritu de Yahveh lo invadió y despedazó al león como se despedaza un cabrito, a pesar de no tener nada en la mano; pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el Espíritu de Jehová cayó sobre él, y lo despedazó como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; pero no contó ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.

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Jueces 14:6
21 Tagairtí Cros  

Pisotearás al león y a la serpiente venenosa; aplastarás a leones feroces y víboras bajo tus pies.


Será apacible, no gritará ni reñirá en las calles.


De modo que el ángel me dijo: «Este es el mensaje de Dios para Zorobabel: No vencerás con ejército, ni usando tu fuerza, sino sólo con mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso.


Lleven mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y de corazón humilde. Así hallarán descanso para el alma,


Ellos, por la fe, conquistaron reinos, hicieron justicia y recibieron lo que se les prometió, cerraron bocas de leones,


El que practica el pecado pertenece al diablo, porque el diablo comenzó a pecar desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo.


En aquel tiempo el Espíritu del Señor vino sobre Jefté y guio sus hombres a través de la tierra de Galaad y Manasés, más allá de Mizpa en Galaad, y a través de Amón.


y el Espíritu de Dios comenzó a manifestarse en él cuando visitaba los campamentos de la tribu de Dan que estaba entre las ciudades de Zora y Estaol.


Entonces el Espíritu del Señor vino sobre él y fue hasta la ciudad de Ascalón, mató a treinta hombres, les quitó la ropa y se la dio a los jóvenes que le habían contestado el enigma. Pero estaba tan furioso que abandonó a su prometida y regresó a su casa para vivir con su padre y su madre.


Cuando Sansón y sus padres iban hacia Timnat, un cachorro de león atacó a Sansón en los viñedos de las afueras del pueblo.


Llegados a Timnat, formalizó el compromiso con la muchacha que le agradaba.


Entonces tomó una quijada de burro que estaba en el suelo y mató a mil filisteos con ella.


Acto seguido, los atacó con furia y mató a muchos de ellos. Luego se fue a vivir en una caverna en la roca de Etam.


«Muera yo junto con los filisteos». Y el templo se derrumbó sobre los jefes de los filisteos y sobre todo el pueblo. Y los que él mató en el momento de morir fueron más de los que había matado en toda su vida.


El Espíritu del Señor vino sobre Otoniel, y gobernó a Israel, y salió en guerra contra el rey Cusán Risatayin, y el Señor ayudó a Israel a vencerlo completamente.


―Dijo que las burras ya habían sido halladas —contestó Saúl, pero no le contó que había sido ungido rey.


En ese momento el Espíritu del Señor descenderá repentinamente sobre ti y tú profetizarás con ellos y sentirás y actuarás como una persona diferente.


el Espíritu de Dios vino poderosamente sobre Saúl, y se enojó mucho.


Un día más tarde el príncipe Jonatán le dijo a su escudero: «Vamos, crucemos el valle hasta la guarnición de los filisteos». Pero no le avisó a su padre que salía.


Hoy el Señor te vencerá y yo te mataré y te cortaré la cabeza, y daré tu cadáver y el de tus compañeros a las aves de rapiña y a los animales salvajes. Así todo el mundo sabrá que hay Dios en Israel,