Pero yo sólo soy un gusano y no un ser humano; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia.
Juan 19:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los soldados hicieron una corona de espinas, se la pusieron a Jesús en la cabeza y también le pusieron un manto de color rojo oscuro. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura; Biblia Nueva Traducción Viviente Los soldados armaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza y lo vistieron con un manto púrpura. Biblia Católica (Latinoamericana) Los soldados hicieron una corona con espinas y se la pusieron en la cabeza, le echaron sobre los hombros una capa de color rojo púrpura La Biblia Textual 3a Edicion Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y lo vistieron con un manto purpúreo; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego los soldados le pusieron en la cabeza una corona que habían entretejido con espinas, lo vistieron con un manto de púrpura Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron de una ropa de púrpura; |
Pero yo sólo soy un gusano y no un ser humano; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia.
El Señor, el Redentor y Santo de Israel dice a aquel que es despreciado, rechazado de la humanidad y que yace bajo la planta de los gobernantes del mundo: Los reyes se mantendrán reverentes cuando tú pases, los príncipes te harán profunda reverencia porque el Señor te ha elegido y cumplirá lo que promete.
Todos lo despreciaron y lo rechazaron. Fue un hombre marcado por el dolor y habituado al más amargo sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo, lo ignorábamos y lo considerábamos como harapo pisoteado en el camino.
Entonces Herodes y sus soldados lo trataron con desprecio y, para burlarse de él, le pusieron un manto lujoso. Después lo mandaron de vuelta a Pilato.
Cuando sacaron a Jesús, llevaba puestos la corona de espinas y el manto de color rojo. Pilato les dijo: ―¡Aquí está el hombre!