pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falle. Y cuando eso pase y tú te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos».
Juan 17:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, Biblia Nueva Traducción Viviente »Mi oración no es por el mundo, sino por los que me has dado, porque te pertenecen. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que son tuyos y que tú me diste La Biblia Textual 3a Edicion Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado, pues son tuyos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado porque tuyos son. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son. |
pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falle. Y cuando eso pase y tú te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos».
Jesús dijo: ―Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Mientras, echaban suertes para ver quién se quedaba con la ropa de Jesús.
Los que cuidaban a los cerdos vieron lo que pasó y se fueron a llevar la noticia al pueblo y por los campos.
Y yo le pediré al Padre, y él les enviará otro Consolador para que siempre esté con ustedes.
Pues tú le has dado autoridad sobre todas las personas para que él les dé vida eterna a todos los que le diste.
»No ruego sólo por estos, sino también por los que van a creer en mí por medio del mensaje de ellos.
»A los que me diste del mundo les he mostrado quién eres. Ellos eran tuyos y tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra.
Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que viene a mí, no lo rechazo.
Y esta es la voluntad del que me envió: que no pierda a ninguno de los que él me ha dado, sino que los resucite en el día final,
Por eso puede salvar para siempre a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive para siempre y está pidiendo por ellos.
Por eso, Cristo no entró en un santuario hecho por seres humanos, que era una simple copia del verdadero santuario. Entró más bien, en el cielo mismo, para presentarse ante Dios a favor nuestro.
Sabemos que somos hijos de Dios. El mundo que nos rodea está bajo el dominio de Satanás,
¡Aquel gran dragón, que no es otro sino la serpiente antigua que se llama diablo o Satanás, y engaña a todo el mundo, fue arrojado a la tierra junto con la totalidad de su ejército!
Y la adoraron todos los seres humanos cuyos nombres no estaban inscritos, desde la creación del mundo, en el libro del Cordero que fue sacrificado.
Y el que no estaba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.