Esa noche, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios de Abraham, tu padre. No temas, porque estoy contigo. Por amor a Abraham, mi siervo, te bendeciré y haré que tu descendencia sea muy numerosa».
Juan 11:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y me alegro de no haber estado allí, para que por medio de esto ustedes crean. Vamos a verlo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. Biblia Nueva Traducción Viviente Y, por el bien de ustedes, me alegro de no haber estado allí, porque ahora ustedes van a creer de verdad. Vamos a verlo. Biblia Católica (Latinoamericana) pero yo me alegro por ustedes de no haber estado allí, pues así ustedes creerán. Vamos a verlo. La Biblia Textual 3a Edicion Y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos a él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y me alegro de no haber estado allí, por vosotros: para que creáis. Pero vayamos a su casa'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y me alegro por vosotros, que yo no haya estado allí, para que creáis; mas vamos a él. |
Esa noche, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios de Abraham, tu padre. No temas, porque estoy contigo. Por amor a Abraham, mi siervo, te bendeciré y haré que tu descendencia sea muy numerosa».
Inmediatamente, Dios comenzó a bendecir a Potifar, por amor a José. Todos los asuntos de su hacienda comenzaron a prosperar, sus cosechas aumentaron y se multiplicó su ganado.
pero en todo a nadie permitió que los oprimiera, por ellos reprendió a los reyes:
Si alguna nación acude a combatirte, no será enviada por mí como castigo; por lo tanto será derrotada, porque yo estoy de tu parte.
Pero no los destruiré a todos, dice el Señor, porque así como entre los racimos de uvas malas aparecen algunas buenas (y alguien dirá: «¡No las arrojes todas; hay algunas uvas buenas!») no destruiré a todo Israel, porque tengo entre él algunos siervos fieles.
Entonces Tomás, al que llamaban el Gemelo, dijo a los otros discípulos: ―Vamos también nosotros, para morir con él.
Jesús oyó esto y dijo: ―Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que servirá para darle la gloria a Dios, y para que también le den la gloria al Hijo de Dios.
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Jesús hizo esta señal, que fue la primera, en Caná de Galilea. Así dio a conocer su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Lo que padecemos es por el bien de ustedes. Y mientras más sean los que reciban el amor de Dios, más gracias habrá que dar a Dios por su gran bondad, y mayor gloria recibirá el Señor.
Por eso, estoy dispuesto a sufrir si con ello alcanzan la salvación y la gloria eterna aquellos a los que Dios ha escogido. Esa es la salvación que tenemos en Cristo Jesús.
A ustedes, que creen en el Hijo de Dios, les he escrito sobre estas cosas para que sepan que tienen la vida eterna.