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Juan 10:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

El portero le abre a este la puerta y las ovejas oyen su voz. Llama a las ovejas por su nombre y las saca del redil.

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Biblia Reina Valera 1960

A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El portero le abre la puerta, y las ovejas reconocen la voz del pastor y se le acercan. Él llama a cada una de sus ovejas por su nombre y las lleva fuera del redil.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El cuidador le abre y las ovejas escuchan su voz; llama por su nombre a cada una de sus ovejas y las saca fuera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz, y a sus ovejas llama por su nombre, y las saca.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

A éste le abre el portero, y las ovejas atienden a su voz; llama a sus propias ovejas por su nombre y las saca fuera.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las conduce afuera.

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Juan 10:3
32 Tagairtí Cros  

Pastor de Israel, tú que guías a José como a un rebaño; tú que reinas sobre los querubines, ¡escucha mi súplica! ¡Muestra tu poder y resplandeciente gloria!


Entonces el Señor le respondió: ―Haré lo que tú has pedido, porque ciertamente cuentas con mi ayuda, y eres mi amigo.


Date cuenta de la condición de tus rebaños y cuida mucho de tus ovejas;


Amada mía, tú que moras en los huertos, qué hermoso que tus compañeros puedan escuchar tu voz; deja que yo también la oiga.


Como pastor apacentará su rebaño, llevará en brazos los corderillos y suavemente guiará las ovejas con cría.


Al ciego Israel lo conducirá por sendas que nunca antes vio. Ante ellos hará resplandecer las tinieblas, y allanará y enderezará el camino que les espera, no los abandonará.


Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí,


»Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Ellas escucharán mi voz, y formarán un solo rebaño con un solo pastor.


Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, él va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz.


Yo soy la puerta; el que entra por esta puerta, se salvará. Podrá entrar y salir, y hallará pastos.


Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que viene a mí, no lo rechazo.


En los profetas está escrito: “Dios les enseñará a todos”. Así que todos los que escuchan al Padre y aprenden de él, vienen a mí.


Y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los hizo justos; y a los que hizo justos, los glorificó.


Aquí se me han abierto bastante las puertas para predicar, a pesar de que muchos también están en contra de mí.


Y a ti, mi fiel compañero, te pido que ayudes a estas mujeres. Porque han luchado a mi lado junto con Clemente y mis demás ayudantes en la obra del evangelio. Sus nombres ya están en el libro de la vida.


Oren también para que Dios nos conceda muchas oportunidades de proclamar el mensaje, pues por ello estoy preso.


Pero la verdad de Dios es un cimiento que se mantiene firme y sólido, y tiene esta inscripción: «El Señor conoce a los que son suyos, y el que adora al Señor debe apartarse del mal».


A ellos se les hizo saber que no se estaban sirviendo a ellos mismos, sino a ustedes. Los profetas hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron el evangelio con el poder del Espíritu Santo que fue enviado desde el cielo. Los mismos ángeles quisieran contemplar estas cosas.


Pero nosotros somos hijos de Dios; el que es de Dios nos presta atención, pero el que no, no. Y aquí tienen otra manera de saber si determinado mensaje procede de Dios: si procede de Dios, el mundo no lo escuchará.


Espero verte pronto y entonces hablaremos en persona.


Y el que no estaba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.


Yo estoy siempre a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo.


El Cordero que está en el trono los alimentará y, como pastor, los conducirá a las fuentes del agua de la vida. Y Dios les enjugará las lágrimas.