Estos oficiales, completamente armados, formaron una línea de un lado al otro del templo y alrededor del altar, en el atrio exterior.
Joel 2:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Jamás se estorban entre sí en la batalla. Cada uno está en el lugar que le corresponde y atacan con método y furia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ninguno estrechará a su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán. Biblia Nueva Traducción Viviente No se empujan unos a otros; cada uno se mueve en la posición exacta. Atraviesan las líneas de defensa sin perder la formación. Biblia Católica (Latinoamericana) Nadie tropieza con su vecino, cada cual va por su camino. Atacan en medio de las flechas, sin romper las filas. La Biblia Textual 3a Edicion No se estorban unos a otros, Cada cual marcha por su camino, Irrumpen a través de toda arma,° y no se desbandan.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ninguno estorba a su vecino, cada cual avanza por su senda. Irrumpen por el vallado sin romper las filas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ninguno oprimirá a su compañero, cada uno irá por su sendero; y aun cayendo sobre la espada no se herirán. |
Estos oficiales, completamente armados, formaron una línea de un lado al otro del templo y alrededor del altar, en el atrio exterior.
Luego Ezequías fortaleció su defensa y reconstruyó la muralla donde había sido derribada, construyó torres de vigilancia sobre ella, y edificó otra muralla en el lado exterior. También reforzó el terraplén de la ciudad de David, y fabricó gran cantidad de armas y escudos.
Los albañiles y los demás obreros trabajaban con las armas al alcance de la mano.
Durante este tiempo, ninguno de nosotros, ni yo, ni mis hermanos, ni los siervos, ni los guardias que estaban conmigo, nos quitábamos la ropa para dormir. Y siempre teníamos las armas a la mano.
Si no lo escuchan, perecerán en batalla y morirán por su falta de sensatez.
las langostas, que aunque no tienen rey, marchan en formación perfecta;
Eres como bello huerto que produce frutas preciosas, con los más exóticos perfumes:
Ellos jamás se fatigan, ni tropiezan ni se detienen; llevan sus cintos apretados y calzan fuertes botas; corren sin detenerse a descansar ni a dormir.
Atacan como soldados de infantería perfectamente entrenados; escalan las murallas como guerreros adiestrados. Marchan de frente, siempre en orden, bien disciplinados.
Cubren la ciudad como un enjambre; trepan con facilidad sobre las murallas defensivas, suben a los techos de las casas y entran como ladrones a través de las ventanas.