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Jeremías 8:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¿Cómo pueden decir: «Las leyes del Señor entendemos», cuando sus maestros las han torcido, dándoles interpretaciones contrarias a lo que yo dije?

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»”’¿Cómo pueden decir: “Somos sabios porque tenemos la palabra del Señor”, cuando, al escribir mentiras, sus maestros la han torcido?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Cómo pueden ustedes decir: 'Somos sabios y poseemos la Ley de Yavé?' Cuando es bien cierto que la ha cambiado en mentira la pluma falaz de los escribientes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿Cómo podéis decir: Somos sabios; la Ley de YHVH está con nosotros? Cuando la pluma engañosa del escriba la ha convertido en mentira.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿Cómo podéis decir: somos sabios, y la ley de Yahveh está con nosotros? Pero es cierto que en mentira la ha convertido la pluma mentirosa de los escribas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Cómo decís: Somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? Ciertamente, he aquí que en vano se cortó la pluma, por demás fueron los escribas.

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Jeremías 8:8
18 Tagairtí Cros  

El simple hombre tiene tantas probabilidades de ser sabio, como un borriquillo de nacer en forma de hombre.


Quita la voz a los oradores y la visión a los jefes ancianos.


A Jacob le ha revelado sus palabras; sus leyes y decretos a Israel.


Los nietos son la corona del anciano; los padres el orgullo de sus hijos.


Desde el principio mismo sus antepasados pecaron contra mí, todos sus antecesores quebrantaron mi ley.


Entonces el pueblo dijo: «Vamos, librémonos de Jeremías. Nosotros tenemos sacerdotes, sabios y profetas, no necesitamos su consejo. Acallémoslo para que no hable más contra nosotros ni nos vuelva a molestar».


Pues yo trastornaré los planes de batalla de Judá y Jerusalén, y dejaré que los ejércitos invasores los aniquilen aquí y dejen sus cadáveres como carroña para buitres y fieras salvajes.


Ni siquiera sus sacerdotes se preocuparon por mí, y sus jueces me echaron al olvido; sus dirigentes se volvieron contra mí, y sus profetas adoraron a Baal y derrocharon su tiempo en necedades.


Hasta que mi pueblo abandone su terquedad, pues se niegan a seguir mis instrucciones. Son torpes, retrasados, sin entendimiento, muy avispados para hacer el mal, pero muy tontos cuando se trata de hacer algo bueno.


¿Recuerdas cómo se vanagloriaban: «Somos héroes, poderosos hombres de guerra»?


Aunque yo tuve el cuidado de entregarles por escrito mis instrucciones, ellos las consideraron como algo sin importancia.


De esta manera, con un mandamiento humano están anulando el mandamiento divino de honrar y cuidar a los padres.


Jesús les contestó: ―Si ustedes fueran ciegos, no serían culpables de sus pecados. Pero como aseguran que ven, son culpables de pecado.


Al creerse sabios, se volvieron aún más necios.