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Jeremías 43:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Incendiará los templos de los dioses de Egipto, quemará los ídolos y se llevará cautivo al pueblo. Y saqueará la tierra de Egipto, como pastor que saca pulgas de su capa; pero él saldrá ileso.

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Biblia Reina Valera 1960

Y pondrá fuego a los templos de los dioses de Egipto y los quemará, y a ellos los llevará cautivos; y limpiará la tierra de Egipto, como el pastor limpia su capa, y saldrá de allá en paz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Prenderá fuego a los templos de los dioses egipcios; quemará los templos y se llevará los ídolos como botín. Limpiará la tierra de Egipto como un pastor que limpia su manto de pulgas, pero él saldrá ileso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, quemará o se llevará sus dioses, despiojará a Egipto como despioja un pastor su manta, y después se irá sin que nadie lo moleste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto y los quemará, y a ellos los llevará cautivos; y así como el pastor se sacude la capa, limpiará la tierra de Egipto, y saldrá de allí en paz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, quemará o se llevará cautivos a sus dioses; y espulgará el país de Egipto como el pastor espulga su vestido. Luego saldrá de allí tranquilamente.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y pondré a fuego las casas de los dioses de Egipto; y las quemará, y a ellos llevará cautivos; y él se vestirá la tierra de Egipto, como el pastor se viste su capa, y saldrá de allá en paz.

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Jeremías 43:12
36 Tagairtí Cros  

Luego David y sus hombres se apoderaron de muchos ídolos que los filisteos habían abandonado al huir.


y ordenaría a los príncipes más nobles del rey que lo vistieran y lo llevaran por las calles montado sobre el caballo del rey, y que fueran anunciando delante de él: “¡De esta manera el rey honra a una persona que le ha agradado!”.


Pues ponte tus vestiduras de ceremonia; cúbrete de majestad y esplendor.


Te cubres de luz como con un manto; extiendes los cielos como un velo.


Vestiré de salvación a sus sacerdotes; sus fieles cantarán de júbilo.


Vestiré de vergüenza a sus enemigos, pero él será un rey glorioso».


»Esa noche yo pasaré por la tierra de Egipto, y daré muerte a todos los primogénitos de los hombres y de los animales de Egipto, y así ejecutaré mi juicio sobre todos los dioses de Egipto; porque yo soy el Señor.


Este es el mensaje de Dios respecto a Egipto: ¡Miren! ¡Cabalgando en veloz nube el Señor viene contra Egipto! ¡Los ídolos de Egipto tiemblan, los corazones de los egipcios se derriten de miedo!


En carreta de bueyes llevan a los ídolos de Babilonia, Bel y Nebo. ¡Pero miren! ¡Las bestias tropiezan! ¡El carro se vuelca!


¡Los dioses caen por tierra! ¿Es eso todo lo que pueden hacer? Si ni a sí mismos pueden salvarse de caer, ¿cómo podrán salvar de Ciro a sus adoradores?


Miren, pongan atención, pues el Señor ha jurado que todos sus enemigos vendrán y serán esclavos suyos. Serán como joyas de exhibición, como adornos de recién casada.


¡Despierta, despierta, Jerusalén, y vístete de la fortaleza de Dios! Ponte tus hermosas vestiduras, Sion, ciudad Santa, porque nunca más entrarán por tus puertas los ejércitos extranjeros, esos que detestan a Dios.


Se vistió colocándose la justicia como armadura y puso en su cabeza la salvación como un yelmo. Se puso vestiduras de venganza y de santa furia.


Dice el profeta: ¡Dejen que les cuente la felicidad que Dios me ha dado! Me ha cubierto con vestiduras de salvación y me ha puesto un manto de justicia. Soy como novio vestido para celebrar la boda o como una novia enjoyada para el desposorio.


Los extranjeros serán los siervos de ustedes, les darán de comer a sus rebaños, ararán sus tierras y cuidarán sus viñedos.


Háblenles así ustedes a los que adoran otros ídolos: ¡Sus falsos dioses, que no hicieron los cielos ni la tierra, van a parar en nada!


Nada valen, son necedad; serán aplastados junto con sus fabricantes.


Fui a Egipto, y el faraón y sus siervos, los príncipes y el pueblo, bebieron también de la terrible copa, junto con los extranjeros que habitaban su país. Igual hicieron los reyes de la tierra de Uz y los reyes de las ciudades filisteas Ascalón, Gaza, Ecrón y lo que de Asdod quedaba.


Y quebrantará los obeliscos que se levantan en la ciudad de Bet Semes, y quemará los templos de los dioses de Egipto.


El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Castigaré a Amón, dios de Tebas, y a los demás dioses de Egipto. Castigaré también al faraón y a cuantos en él confían.


Porque confiaron en su riqueza y sus habilidades, por lo tanto morirán. Su dios Quemós, junto con sus sacerdotes y príncipes, será llevado a tierras lejanas.


Y haré estallar un incendio que acabe con las murallas de Damasco así como con los palacios de Ben Adad.


Dile a todo el mundo que Babilonia será destruida. No ahorren en medios para dar a conocer por todas partes la pronta destrucción de Babilonia. Sus dioses Marduc y Bel serán completamente avergonzados,


Yo castigaré a Bel, el dios de Babilonia, y le sacaré de la boca lo que ha devorado. Ya las naciones no acudirán a rendirle homenaje; ha caído la muralla que protegía a Babilonia.


Por cuarenta años ni un ser viviente pasará por allí, ni personas ni animales; estará completamente despoblado.


Por lo tanto, el Señor Dios dice: Yo le daré la tierra de Egipto a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él tomará sus riquezas, apropiándose de todo lo que ella tiene, para su ejército.


»¡Haré pedazos los ídolos de Egipto y las imágenes de Menfis, y no habrá faraón en Egipto! ¡Reinará sólo la anarquía, sin quien tome las riendas del gobierno!


Cuando vuelva a Egipto se llevará consigo los ídolos de ellos, además de platos valiosos de oro y plata como botín, y por algunos años dejará tranquilo al rey del norte.


El Señor les hará cosas terribles. Destruirá todos los dioses de las potencias extranjeras, y luego todos los habitantes de la tierra, hasta los que viven muy lejos, rendirán homenaje al Señor, cada uno en su propio país.


La noche ya está terminando y el nuevo día despuntará pronto. Por eso, dejemos de actuar en las tinieblas y vistámonos la armadura de la luz.


sí, revístanse de la nueva naturaleza que Dios creó, para que sean como él, verdaderamente justos e íntegros.


Vístanse de toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan hacer frente a los engaños astutos del diablo,


Por cuanto Dios los escogió y son santos y amados, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sean humildes, amables y buenos.


Y sobre todo, vístanse de amor, que es lo que permite vivir en perfecta armonía.