Pero el anciano le dijo: ―Yo también soy profeta como tú; y un ángel, por orden del Señor, me dijo que debía llevarte a casa conmigo y darte alimento y agua. Pero el anciano mentía.
Jeremías 28:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y volvió a decirle al pueblo que se había reunido: ―El Señor ha prometido que dentro de dos años liberará a todas las naciones hoy esclavas del rey Nabucodonosor de Babilonia. En ese preciso momento Jeremías se alejó. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así ha dicho Jehová: De esta manera romperé el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y siguió Jeremías su camino. Biblia Nueva Traducción Viviente Y Hananías dijo nuevamente a la multitud que se había reunido: «Esto dice el Señor: “Así como este yugo ha sido roto, dentro de dos años romperé el yugo de opresión de todas las naciones ahora sometidas al rey Nabucodonosor de Babilonia”». Después de eso, Jeremías se fue de la zona del templo. Biblia Católica (Latinoamericana) luego dijo a la gente: 'Esto les dice Yavé: Dentro de dos años romperé el yugo que Nabucodonosor impuso a todos los países. Y el profeta Jeremías se marchó. La Biblia Textual 3a Edicion Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así dice YHVH: Así dentro de dos años romperé el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, que llevan al cuello tantas naciones, antes de dos años. Y el profeta Jeremías se fue por su camino. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y Jananías habló en estos términos en presencia de todo el pueblo: 'Así dice Yahveh: dentro de dos años romperé de la misma manera el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, de encima del cuello de todas las naciones'. El profeta Jeremías se fue por su camino. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así dice Jehová: De esta manera quebraré el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y el profeta Jeremías se fue por su camino. |
Pero el anciano le dijo: ―Yo también soy profeta como tú; y un ángel, por orden del Señor, me dijo que debía llevarte a casa conmigo y darte alimento y agua. Pero el anciano mentía.
Entonces el rey Acab convocó a sus cuatrocientos profetas paganos y les preguntó: ―¿Atacaremos a Ramot de Galaad? Y ellos respondieron: ―Sí, vayan, porque el Señor les ayudará a conquistarla.
Uno de ellos, llamado Sedequías, hijo de Quenaná, se hizo algunos cuernos de hierro para esta ocasión y proclamó: «¡El Señor dice que ustedes acornearán a los sirios hasta acabar con ellos!
No te acerques al necio, pues no encontrarás sabiduría en sus labios.
Entonces el Señor dijo: ¡Pues falso es todo eso que andan diciendo! ¡Profetizan falsamente como si yo los hubiera enviado! Yo no los envié ni les ordené hablar ni les di mensaje alguno. Profetizan de visiones y revelaciones que jamás vieron ni oyeron, proclaman necedades inventadas en su mentiroso corazón.
Continuamente dicen a estos rebeldes que me desprecian: «No tengan ningún cuidado, todo va bien», y a quienes viven como ellos quieren les dicen: «El Señor ha dicho que tendrán paz».
Jeremías le dijo a Jananías, el falso profeta: ―Mira, Jananías, el Señor no te ha enviado y el pueblo cree tus mentiras.
porque profetizan mentiras en mi nombre. Yo no los envié, dice el Señor.
¿Pueden negar que pretendieron haber tenido visiones que nunca vieron, y que han dicho: “Este mensaje es de Dios”, cuando jamás les he comunicado nada a ustedes?