O permanecer en Jerusalén y morir —degollados por sus enemigos, muertos de hambre y enfermedad— o salir y entregarse al ejército caldeo, y vivir.
Jeremías 27:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero al pueblo de toda nación que se someta al rey de Babilonia se le permitirá quedarse en su propio país y cultivar la tierra como de costumbre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas a la nación que sometiere su cuello al yugo del rey de Babilonia y le sirviere, la dejaré en su tierra, dice Jehová, y la labrará y morará en ella. Biblia Nueva Traducción Viviente pero al pueblo de toda nación que se someta al rey de Babilonia se le permitirá permanecer en su propio país para cultivar la tierra como siempre. ¡Yo, el Señor, he hablado!’”». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero a la nación que doble su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y le obedezca, la dejaré tranquila en su suelo, dice Yavé, y lo cultivará y vivirá en él. La Biblia Textual 3a Edicion Pero la nación que someta su cerviz bajo el yugo del rey de Babilonia y le sirva, Yo haré que permanezca en su propia tierra, dice YHVH, y la labrará y habitará en ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero a la nación que someta su cuello al yugo del rey de Babilonia y le sirva, la dejaré tranquila en su país -oráculo de Yahveh-, para que lo cultive y lo habite'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero a las naciones que sometieren su cuello al yugo del rey de Babilonia, y le sirvieren, las dejaré en su tierra, dice Jehová, y la labrarán, y morarán en ella. |
O permanecer en Jerusalén y morir —degollados por sus enemigos, muertos de hambre y enfermedad— o salir y entregarse al ejército caldeo, y vivir.
Jeremías le repitió todas estas profecías a Sedequías, rey de Judá: Si deseas vivir, sométete al rey de Babilonia, le dijo.
Hazte un yugo y póntelo al cuello atado con correas como quien enyuga un buey para arar.
¡Pero ahora sométanse a Nabucodonosor y sírvanle, pórtense sumisos ante Babilonia! Castigaré a cualquier nación que se niegue a ser esclava suya; enviaré guerra, hambre y enfermedad sobre dicha nación hasta que él la haya conquistado.
que cuantos permanecieran en Jerusalén morirían por herida de espada o de hambre o enfermedad, pero que los que se rindieran a los babilonios vivirían,
»El pueblo de Israel de nuevo vivirá en su propia tierra, la tierra que yo di a su antepasado Jacob. Porque yo los recogeré de vuelta de las tierras distantes donde los he esparcido y mostraré a las naciones del mundo mi santidad, manifiesta a través de mi pueblo, cuando tendremos una relación de exclusividad.