Jeremías 27:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200810 porque todos son mentirosos. Y si siguen sus consejos y se niegan a someterse al rey de Babilonia, yo los echaré de su tierra y los enviaré lejos y allá perecerán. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196010 Porque ellos os profetizan mentira, para haceros alejar de vuestra tierra, y para que yo os arroje y perezcáis. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente10 Todos son mentirosos y sus mentiras solo servirán para que ustedes sean expulsados de su propia tierra. Yo los expulsaré y los enviaré a morir lejos; Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)10 pues es falso lo que les profetizan; el resultado será que los barrerán a ustedes de su suelo, que yo los expulsaré y que ustedes perecerán. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion10 Porque os profetizan mentira para haceros remover lejos de vuestra tierra, y para que Yo os eche fuera, y para que perezcáis. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197510 Porque os están profetizando una mentira, para alejaros de vuestro país; pues yo os expulsaré y pereceréis. Féach an chaibidil |
Entonces el Señor dijo: ¡Pues falso es todo eso que andan diciendo! ¡Profetizan falsamente como si yo los hubiera enviado! Yo no los envié ni les ordené hablar ni les di mensaje alguno. Profetizan de visiones y revelaciones que jamás vieron ni oyeron, proclaman necedades inventadas en su mentiroso corazón.
¡Qué necedad es pedir algo a los ídolos! Las predicciones de los adivinos son un montón de mentiras necias; ¿qué consuelo hay en promesas que no llegan a cumplirse? Judá e Israel han sido engañados por ellos y por eso ahora vagan como ovejas perdidas; todos las atacan porque no tienen pastor que las defienda.
«Dentro de poco tiempo vendré y los juzgaré. Testificaré prontamente contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los mentirosos, contra los que roban a sus jornaleros, contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y contra los que son injustos con los extranjeros, sin tener temor de mí. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.