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Jeremías 24:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Los haré repulsivos para todas las naciones de la tierra, y serán objeto de burla, mofa y maldición dondequiera que yo los obligue a ir.

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Biblia Reina Valera 1960

Y los daré por escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo, por refrán y por maldición a todos los lugares adonde yo los arroje.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los haré objeto de horror y un símbolo de maldad para todas las naciones de la tierra. En todos los lugares donde yo los disperse, serán objetos de desprecio y de burla. Los maldecirán y se mofarán de ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Serán motivo de espanto y de vergüenza para todos los reinos de la tierra; se reirán y se burlarán de ellos, serán como un ejemplo de maldición en todos los países adonde los echaré.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Los convertiré en espanto, en mal para todos los reinos de la tierra, oprobio y mal ejemplo, insulto y maldición, en todos los lugares adonde los arrojaré.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los haré horror y desgracia para todos los reinos de la tierra; oprobio, proverbio, escarnio y maldición en todos los lugares adonde los habré expulsado,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los entregaré para ser llevados a todos los reinos de la tierra para su mal; para ser oprobio y refrán, para burla y maldición en todos los lugares adonde yo los arrojaré.

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Jeremías 24:9
29 Tagairtí Cros  

yo arrancaré al pueblo de Israel de esta tierra que les he dado. Los arrancaré de este templo que he santificado para mi nombre y los echaré fuera de mi vista; e Israel será el centro de las burlas de las naciones, ejemplo y proverbio de un desastre repentino.


los echaré de esta tierra que les he dado, y este templo será destruido, aun cuando lo he santificado para mí; lo transformaré en horror y desgracia.


¡Cómo se burlan de mí cuando me visto de luto para mostrar mi tristeza.


Por eso es que he destituido a sus sacerdotes y destruido a Israel, exponiéndolo a la vergüenza.


Su nombre será anatema entre mi pueblo, porque el Señor Dios los matará y a sus siervos fieles les dará otro nombre.


Por las maldades que en Jerusalén hizo Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, los castigaré tan terriblemente que quedarán tan malparados que los demás pueblos se horrorizarán.


Y también borraré de la faz de la tierra a Jerusalén, de modo que todo el que pase abra la boca asombrado ante todo lo que le hice y hará una rechifla burlona.


Fui a Jerusalén y a las ciudades de Judá, y sus reyes y príncipes bebieron de la copa, de modo que desde entonces han estado en desolación, detestados y maldecidos, hasta el día de hoy.


destruiré este templo, como destruí el templo de Siló, y haré que sobre Jerusalén se digan toda clase de tristes historias, como ciudad maldecida.


Los esparciré por la superficie de la tierra y en toda nación en donde yo les ponga recibirán ofensas, silbidos y burlas,


Su destino se convertirá en símbolo de todo mal, de modo que cuando alguien quiera maldecir a otro le dirá: “¡El Señor permita te acontezca como a Sedequías y a Acab, a quienes el rey de Babilonia quemó vivos!”.


Por lo tanto, dice el Señor, como no quieren escucharme y liberarlos, yo los entregaré al poder de la muerte mediante la guerra, el hambre y la enfermedad. Y los esparciré por todo el mundo como exiliados.


»Porque el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Así como mi ira y mi furia cayeron sobre el pueblo de Jerusalén, así caerá sobre ustedes cuando entren en Egipto. Los recibirán con disgusto y odio, los maldecirán y afrentarán, y jamás volverán a ver su patria.


¡Tomaré a este remanente de Judá que insistió en venir acá a Egipto y los consumiré como hace el fuego! ¡Caerán aquí en Egipto, muertos por el hambre y las heridas de las espadas; todos morirán, desde el más pequeño al más grande! Serán despreciados y odiados, maldecidos y detestados.


Los castigaré en Egipto como los castigué en Jerusalén, mediante las heridas de las espadas, el hambre y la enfermedad.


Fue por no poder soportar más todas las maldades que cometían que él desoló su tierra, convirtiéndola en increíble ruina, reseca, despoblada, tal como está hoy.


»El Señor Dios dice: Traigan un ejército contra ellas y entréguenlas para ser aplastadas y despreciadas.


Diles: Escuchen lo que el Señor Dios dice: “¡Por cuanto se burlaron cuando mi templo fue destruido, y se burlaron de Israel en su angustia, y se rieron de Judá cuando fue llevada cautiva,


«Hombre mortal, Tiro se ha puesto muy contenta por la caída de Jerusalén, diciendo: “¡Bien! ¡Ella, que controlaba las lucrativas rutas comerciales de norte a sur a lo largo de la costa y a lo largo del curso del río Jordán, ha sido quebrada, y yo soy la heredera! ¡Por cuanto ella ha sido desolada, yo me aprovecharé y llegaré a ser rica!”.


Por eso el Señor Dios dice: Yo mismo estoy contra ustedes y los castigaré públicamente mientras todas las naciones vecinas observan.


»El Señor hará que seas derrotado por tus enemigos. Marcharás gloriosamente a la batalla, pero huirás delante de tu enemigo en completa confusión y serás causa de espanto entre todas las naciones de la tierra.


Serás motivo de horror y objeto de burla entre todas las naciones, porque el Señor te desechará.