Cuando ayunen, no pondré atención; cuando me presenten sus ofrendas y sacrificios, no los aceptaré. Lo que les daré como respuesta será guerra, hambre y enfermedad.
Jeremías 21:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 O permanecer en Jerusalén y morir —degollados por sus enemigos, muertos de hambre y enfermedad— o salir y entregarse al ejército caldeo, y vivir. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que quedare en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de pestilencia; mas el que saliere y se pasare a los caldeos que os tienen sitiados, vivirá, y su vida le será por despojo. Biblia Nueva Traducción Viviente Todo el que permanezca en Jerusalén morirá por guerra, enfermedad o hambre, pero aquellos que salgan y se entreguen a los babilonios vivirán. ¡Su recompensa será la vida! Biblia Católica (Latinoamericana) El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; en cambio, el que salga y se rinda a los caldeos, sus sitiadores, vivirá: salvará su vida por lo menos. La Biblia Textual 3a Edicion El que permanezca en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; pero quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá, y tendrá su vida por botín. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá y tendrá su vida por botín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que se quedare en esta ciudad, morirá a espada, o de hambre, o pestilencia: mas el que saliere y se pasare a los caldeos que os tienen cercados, vivirá, y su vida le será por despojo. |
Cuando ayunen, no pondré atención; cuando me presenten sus ofrendas y sacrificios, no los aceptaré. Lo que les daré como respuesta será guerra, hambre y enfermedad.
Y finalmente entregaré al propio rey Sedequías y a todo el resto que haya quedado en la ciudad en poder del rey Nabucodonosor de Babilonia, para que los mate sin piedad ni misericordia.
Y en medio de ellos habrá mucha muerte, hambre y enfermedad hasta que sean eliminados de la tierra de Israel, la que yo di a ellos y a sus antepasados.
Pero al pueblo de toda nación que se someta al rey de Babilonia se le permitirá quedarse en su propio país y cultivar la tierra como de costumbre.
Jeremías le repitió todas estas profecías a Sedequías, rey de Judá: Si deseas vivir, sométete al rey de Babilonia, le dijo.
¿Por qué se empeñan en morir tú y tu pueblo? ¿Por qué elegir la guerra, el hambre y la enfermedad que el Señor ha anunciado a toda nación que no se someta al rey de Babilonia?
que cuantos permanecieran en Jerusalén morirían por herida de espada o de hambre o enfermedad, pero que los que se rindieran a los babilonios vivirían,
y que la ciudad de Jerusalén sería inevitablemente conquistada por el rey de Babilonia,
Como recompensa por confiar en mí, yo preservaré tu vida y te guardaré a salvo.
¿Buscas grandes cosas para ti mismo? ¡No lo hagas! Porque aunque yo traiga grandes males sobre todo este pueblo, a ti, como recompensa, te protegeré dondequiera que vayas.
Un tercio de ustedes morirá de hambre y peste, otro tercio será muerto por el enemigo y un tercio esparciré en desbandada, enviando a sus enemigos con espada en mano tras ellos.