Cuando el Señor Dios vio el alcance de la maldad humana, y que la gente sólo pensaba en hacer lo malo, le dolió haberla creado y se llenó de mucho pesar.
Jeremías 16:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Pero ustedes han sido aun peores que sus antepasados! Se sienten muy satisfechos practicando maldades y no quieren seguir mis consejos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Y ustedes son peores que sus antepasados! Se pusieron tercos y siguen sus propios malos deseos y rehúsan escucharme. Biblia Católica (Latinoamericana) Y ustedes, sí, ustedes, han actuado peor que sus padres; pues cada uno de ustedes hace lo que le aconseja su corazón duro y perverso en vez de escucharme. La Biblia Textual 3a Edicion Y vosotros habéis obrado peor que vuestros padres: cada cual sigue tras la maldad de su obstinado corazón, sin escucharme a mí.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero vosotros habéis obrado peor que vuestros padres; pues he aquí que cada uno de vosotros sigue la obstinación de su corazón malvado, sin escucharme. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí. |
Cuando el Señor Dios vio el alcance de la maldad humana, y que la gente sólo pensaba en hacer lo malo, le dolió haberla creado y se llenó de mucho pesar.
Al Señor le agradó mucho el olor de los sacrificios, y se dijo a sí mismo: «Nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa de la humanidad, pues todos los seres humanos están inclinados hacia el mal desde que son niños. ¡Jamás volveré a destruir a los seres vivos, como lo hice en esta ocasión!
Pero aunque el ser humano peque cien veces y continúe viviendo, sé que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia.
Este pueblo perverso se niega a escucharme, va en pos de sus malos deseos y adora ídolos; por lo tanto llegará a ser como ese cinturón: inservible.
Nada hay tan engañoso ni tan absolutamente perverso como el corazón. Nadie es capaz de conocer a fondo su maldad.
Pero ellos replicaron: «No pierdas tu tiempo. No tenemos ninguna intención de hacer lo que Dios dice. Seguiremos viviendo como nos dé la gana, libres de todo lo que nos frene, así nos sentimos bien».
Este Jeconías es como plato quebrado y desechado. Él y sus hijos irán desterrados a tierras lejanas, igual como se desecha un plato quebrado.
Pero no quisieron escuchar; siguieron haciendo lo que les daba la gana, siguiendo sus pensamientos tercos y malvados. Retrocedieron en vez de avanzar.
Pero no quisieron escucharles, ni siquiera trataron de poner atención. ¡Son duros, empecinados y rebeldes, peor que sus antepasados!
Lejos de eso, han hecho cuanto les ha dado la gana y han adorado ídolos como ese mentado Baal, como les enseñaron sus antepasados.
Nuestros antepasados obraron muy mal, pero murieron antes de que pudieran recibir su propio castigo. ¡Ahora a nosotros nos tocó el castigo que ellos merecían!
»El Señor Dios quiere saber si ustedes se van a contaminar tal como lo hicieron sus antepasados, si seguirán ofreciendo homenajes a sus ídolos.
El Señor dice: «Los habitantes de Judá han acumulado maldad sobre maldad, así que no los dejaré sin castigo. Ellos han rechazado las instrucciones del Señor y se han negado a seguir sus instrucciones. Además, han rendido homenaje a los mismos ídolos que honraron sus antepasados.
Aunque desde hace mucho tiempo ustedes han despreciado mis instrucciones, aún tienen la oportunidad de dirigirse a mí. ¡Diríjanse a mí y yo los perdonaré! Lo digo yo, el Señor Todopoderoso. Pero ustedes responden: “¡Jamás hemos desobedecido tus instrucciones!”.
En efecto, de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos,
»Que ninguno de ustedes, al oír las advertencias de esta maldición, piense livianamente y se diga: “Prosperaré aun cuando me conduzca de acuerdo con mi propio capricho”. Porque será la ruina de todos.
No tomes en cuenta las rebeliones y la soberbia de este pueblo. Recuerda las promesas que les hiciste a tus siervos Abraham, Isaac y Jacob. No tomes en cuenta la maldad y el pecado de este pueblo,
Pero las personas perversas y engañadoras irán de mal en peor, seguirán engañando a muchos, y ellas mismas serán engañadas.
Por lo tanto, cuídense, hermanos, y no sean incrédulos ni tengan un corazón perverso que los esté apartando del Dios vivo.
Pero cuando el juez moría, el pueblo volvía a hacer lo malo y lo hacía aún peor que sus antepasados. Adoraban nuevamente a otros dioses. Obstinadamente regresaban a las costumbres perversas de las naciones que los rodeaban.
Porque la rebelión es tan mala como el pecado de hechicería, y la soberbia es tan mala como la idolatría. Y ahora, por cuanto has rechazado la palabra del Señor, él te ha rechazado como rey.