conocemos nuestra desobediencia, hemos negado al Señor Dios nuestro. Sabemos lo rebeldes e injustos que somos, pues minuciosamente tramamos nuestras mentiras.
Jeremías 12:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Es que mi pueblo ha rugido en mi contra como león del bosque, y entonces los he tratado como si no los amara. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mi heredad fue para mí como león en la selva; contra mí dio su rugido; por tanto, la aborrecí. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi pueblo elegido ha rugido contra mí como un león en la selva, por eso lo traté con desprecio. Biblia Católica (Latinoamericana) Los míos se han portado conmigo
como un león de la selva,
que ha lanzado contra mí sus rugidos;
por eso, les tengo rencor. La Biblia Textual 3a Edicion Porque mi heredad, rugiendo como león feroz, se volvió contra mí; Por eso la he aborrecido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi heredad fue para mí como león en la selva: lanzó contra mí su rugido, por eso la aborrecí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi heredad es para mí como león en la selva; rugió contra mí; por tanto, la aborrecí. |
conocemos nuestra desobediencia, hemos negado al Señor Dios nuestro. Sabemos lo rebeldes e injustos que somos, pues minuciosamente tramamos nuestras mentiras.
Veo grandes ejércitos que marchan sobre Jerusalén entre grandes alaridos de guerra para destruirla y dejar en ruinas sus ciudades, incendiadas y desoladas. Le causaron tantos estragos como harían cachorros de león con sus juegos violentos.
Y yo la desprecié, tal como había despreciado a su hermana, pues ella se expuso delante de ellos y se entregó a sus pasiones.
El Señor dice: «Toda su maldad comenzó en Guilgal; allí yo comencé a odiarlos. Yo los expulsaré de mi tierra por causa de su idolatría. No los amaré más, pues todos sus jefes son rebeldes a mí.
El Señor, el Dios Todopoderoso, ha jurado por su propia gran fama: «¡Yo desprecio el orgullo y la vanidad de Israel, y odio sus hermosos palacios! Por eso entregaré esta ciudad a sus enemigos; sí, la entregaré con todo lo que hay en ella».
Antes ustedes eran mi pueblo, pero ahora se han convertido en mis enemigos. Son tan malos que a los que regresan agotados de la guerra, ustedes les arrebatan su ropa.
Me deshice de tres pastores malvados en un solo mes. Realmente no podía soportar su ineficacia, además de que ellos me odiaban.