Pasó el tiempo, y la esposa de Judá, que era hija de Súa, murió. Cuando terminó el tiempo del duelo, Judá y su amigo Hirá, el adulanita, fueron a Timnat a esquilar las ovejas.
Génesis 38:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Más o menos por ese tiempo, Judá salió de la casa de su padre y se fue a vivir a Adulán, a casa de un hombre llamado Hirá. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aconteció en aquel tiempo, que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón adulamita que se llamaba Hira. Biblia Nueva Traducción Viviente En esos días, Judá dejó su casa y se fue a Adulam, donde se quedó con un hombre llamado Hira. Biblia Católica (Latinoamericana) Por aquel tiempo Judá se separó de sus hermanos y bajó donde un tal Jirá, que era de Adulam. La Biblia Textual 3a Edicion Había ya acontecido en este tiempo, que separándose Judá de sus hermanos, se relacionó° con un adulamita° cuyo nombre era Hira. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por aquel tiempo Judá bajó de donde estaban sus hermanos y se dirigió a la casa de un hombre de Adulán, llamado Jirá. Judá vio allí a la hija de un cananeo llamado Súa, la tomó por mujer y se unió a ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció en aquel tiempo, que Judá descendió de donde estaban sus hermanos, y se fue a un varón adulamita, que se llamaba Hira. |
Pasó el tiempo, y la esposa de Judá, que era hija de Súa, murió. Cuando terminó el tiempo del duelo, Judá y su amigo Hirá, el adulanita, fueron a Timnat a esquilar las ovejas.
Judá le pidió a su amigo Hirá, el adulanita, que le llevara el cabrito a la mujer y le pidiera que le devolviera las prendas que le había dado. Pero Hirá no pudo encontrarla;
Una vez, cuando David estaba en la cueva de Adulán, tres de los treinta más valientes fueron a encontrarse con él. Era el comienzo de la cosecha, y los invasores filisteos estaban en el valle de Refayin.
Un día que Eliseo fue a Sunén, una mujer importante de la ciudad lo invitó a comer. Después, cada vez que él pasaba por allí, se detenía a cenar.
El que anda con sabios, será sabio; al que anda con necios, lo lastimarán.
Habitantes de Maresá, también contra ustedes será enviado un conquistador. ¡El orgullo de Israel irá a parar a Adulán!
Jael salió a encontrar a Sísara y le dijo: ―Entra en mi tienda, señor. Estarás a salvo bajo nuestra protección. No tengas miedo. Él entró en la tienda y ella lo cubrió con una frazada.
David salió de Gat y se refugió en la cueva de Adulam, donde de inmediato se le unieron sus hermanos y otros parientes.