Efrón el hitita, que estaba sentado entre sus familiares, le contestó a Abraham públicamente delante de ellos y de todos los que entraban a la ciudad:
Génesis 23:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 que, por favor, me venda la cueva de Macpela, que queda al final de su campo. Por supuesto, le pagaré lo que vale, y la usaré como sepultura para mi familia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 para que me dé la cueva de Macpela, que tiene al extremo de su heredad; que por su justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente que me permita comprar su cueva en Macpela, que está al final de su campo. Yo pagaré el precio total en presencia de testigos, a fin de tener un lugar permanente donde enterrar a mi familia. Biblia Católica (Latinoamericana) para que me ceda la cueva de Macpelá, que es suya y está al borde de su finca. Que me la dé por su precio justo, y que sea en adelante propiedad mía en medio de ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion para que me dé la cueva de la Makpelah° que tiene al final de su campo, que por plata cabal° me la dé como propiedad de sepultura entre vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 para que me dé la cueva de Macpelá, de su propiedad, que está en el extremo de su campo. Que me la ceda en propiedad sepulcral, por un precio convenido, en medio de vosotros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) para que me dé la cueva de Macpela, que él tiene al extremo de su heredad; que por su justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros. |
Efrón el hitita, que estaba sentado entre sus familiares, le contestó a Abraham públicamente delante de ellos y de todos los que entraban a la ciudad:
―Aunque soy un extranjero entre ustedes, les suplico que me vendan un sepulcro en el cual pueda sepultar a mi esposa.
y les dijo: ―Puesto que tienen la buena voluntad de concedérmelo, díganle a Efrón hijo de Zojar,
Además les dijo: ―Ya voy a morir. Deben sepultarme con mis padres en la tierra de Canaán, en la cueva del campo de Macpela, frente a Mamré, el campo que Abraham le compró a Efrón el hitita, como propiedad para sepulturas.
Entonces David le dijo: ―Por favor, véndeme esta parte de tu parcela, para construir un altar para el Señor, a fin de que la plaga se detenga. Yo te pagaré lo que en realidad vale el terreno.
―No —respondió el rey—, debo comprarlo por el valor real; no puedo tomar sin pago lo que es tuyo y luego darlo al Señor. ¡No ofreceré al Señor un holocausto que no me haya costado!
Nunca le paguen a nadie mal con mal. Al contrario, busquen hacerles el bien a todos.
No tengan deudas con nadie, excepto las deudas de amor hacia otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley,