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Génesis 21:32 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Después de haber hecho este pacto en Berseba, el rey Abimélec y Ficol, el comandante de su ejército, volvieron al país de los filisteos.

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Biblia Reina Valera 1960

Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después de haber hecho el pacto en Beerseba, Abimelec partió junto con Ficol, el comandante de su ejército, y los dos regresaron a su hogar, en tierra de los filisteos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después de haber hecho el pacto en Bersebá, Abimelec y Ficol, general de sus tropas, volvieron al país de los filisteos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pactaron, pues, en Beer-seba, y levantándose Abimelec y Ficol, capitán de su ejército, regresaron a tierra de los filisteos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Hicieron, pues, una alianza en Berseba. Se levantaron Abimélec y Picol, jefe de su ejército, y regresaron a la tierra de los filisteos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así hicieron alianza en Beerseba: y se levantó Abimelec con Ficol, el capitán de su ejército, y se regresaron a la tierra de los filisteos.

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Génesis 21:32
12 Tagairtí Cros  

Uno de los hombres que logró escapar fue hasta donde estaba Abram, el hebreo, y le contó todo lo que había sucedido. Abram estaba viviendo junto al bosque de encinas que pertenecía a Mamré, el amorreo. Mamré era hermano de Escol y de Aner, que eran amigos de Abram.


Entonces Abraham le dio ovejas y vacas a Abimélec; y los dos hicieron un pacto.


Desde ese momento el pozo fue llamado Berseba (pozo del juramento), porque allí los dos hicieron un juramento.


Y Abraham plantó un árbol tamarisco allí en Berseba, e invocó el nombre del Señor, el Dios eterno.


Tenía grandes rebaños de ovejas y de vacas, y muchos esclavos. Por esta razón los filisteos le tenían envidia.


Pero algún tiempo después, Abimélec, el rey de los filisteos, miró por la ventana y vio a Isaac acariciando a Rebeca.


Ven ahora y firmemos un pacto de paz, tú y yo. ¡Ese pacto será testigo de nuestro acuerdo!


¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor sea quien juzgue si cumplimos o no este trato! Entonces Jacob juró por el poderoso Dios de Isaac, su padre.


Cuando por fin el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los condujo a través de la tierra de los filisteos, aunque era la ruta más directa desde Egipto a la Tierra prometida. Dios no quería que el pueblo se desalentara al tener que pelear durante todo el camino, y deseara volverse a Egipto. Por eso los condujo por la ruta que está junto al Mar Rojo.


Una vez más Israel pecó adorando a otros dioses, por lo que el Señor dejó que fueran conquistados por los filisteos, quienes los tuvieron bajo su dominio durante cuarenta años.