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Génesis 18:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

y dijo: ―Mi señor, le ruego por favor que no pase de largo, sino que se quede aquí un momento.

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Biblia Reina Valera 1960

y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—Mi señor —dijo él—, si le agrada, deténgase aquí un rato.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

diciendo: 'Señor mío, si me haces el favor, te ruego que no pases al lado de tu servidor sin detenerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y exclamó: Señor mío, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y dijo: 'Señor mío, si he hallado gracia a tus ojos, te ruego no pases de largo junto a tu siervo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y dijo: Mi Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.

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Génesis 18:3
8 Tagairtí Cros  

Abraham levantó la mirada y vio que tres hombres se dirigían hacia él. Se levantó de un salto y corrió al encuentro de ellos. Se inclinó hasta tocar el suelo con su frente,


Voy a pedir que les traigan agua para que se laven los pies, y podrán quedarse a descansar bajo la sombra de este árbol.


Al verlo, le dijo: ―¡Venga, usted, bendito del Señor, y quédese con nosotros! No tiene por qué quedarse aquí afuera. ¡Ya le he preparado un lugar para usted. También hay sitio para los camellos!


Ahora poseo bueyes, burros, ovejas y muchos esclavos y esclavas. He enviado estos mensajeros para que te den la noticia de que regreso, con la esperanza de que tengamos un encuentro amistoso».


Por supuesto, José llegó a ser su persona de confianza. Pronto estuvo a cargo de la administración de la hacienda y todos los negocios de Potifar.


Pero, espera hasta que yo vaya a buscar un presente para ti. ―Bien —respondió el ángel—, me quedaré aquí hasta tu regreso.


Gedeón entró apresuradamente en la casa, asó un cabrito y preparó pan sin levadura, con veinticuatro kilos de harina. Luego tomó la carne en un canasto y el caldo en una olla, y lo llevó al ángel que estaba bajo la encina y se lo entregó.


El ángel le dijo: ―Coloca la carne y el pan sobre esta roca y vierte sobre ellos el caldo. Cuando Gedeón terminó de hacer lo ordenado,