El ángel del Señor la encontró en el desierto, junto a un pozo que se halla en el camino que va hacia la región de Sur,
Génesis 16:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Agar llamó al Señor, que hablaba con ella, «el Dios que me ve», pues se decía para sus adentros: «He visto al Dios que me ve». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Biblia Nueva Traducción Viviente A partir de entonces, Agar utilizó otro nombre para referirse al Señor, quien le había hablado. Ella dijo: «Tú eres el Dios que me ve». También dijo: «¿De verdad he visto a Aquel que me ve?». Biblia Católica (Latinoamericana) Agar invocó a Yavé que le hablaba, dándole este nombre: 'Tú eres El-Roí. Porque pensó: 'No hay duda que he visto a Aquel que me ve. La Biblia Textual 3a Edicion Y llamó el nombre de YHVH (quien hablaba con ella): Ata-’El-Roí,° porque dijo: ¿No he visto aquí yo también las espaldas de Aquél que me ve?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces ella llamó a Yahveh, que le había hablado, con el nombre de 'Tú eres El-Roí', pues se decía: '¿No vi detrás del que me veía?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú Dios me ves; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? |
El ángel del Señor la encontró en el desierto, junto a un pozo que se halla en el camino que va hacia la región de Sur,
Por eso, Abraham le puso a ese lugar el nombre de «el Señor proveerá». Hasta hoy se dice: «En un monte el Señor proveerá».
En realidad, de no ser por la gracia del Dios de mi abuelo Abraham, el glorioso Dios de mi padre Isaac, tú me habrías despedido sin abonar un centavo a mi cuenta. Pero Dios vio tu crueldad y mi duro trabajo, y por eso es que se te apareció anoche y te reprendió.
A aquel lugar Jacob le puso Peniel (rostro de Dios), porque dijo: «Vi a Dios cara a cara y me dejó con vida».
Salía el sol cuando Jacob emprendió el camino, y renqueaba a causa de su cadera.
Y aunque los ancianos pudieron contemplar a Dios, y comer y beber con él, no murieron, pues él no usó su poder para destruirlos.
Los ojos del Señor miran por todas partes, y vigilan a los buenos y a los malos.
Recuerda que el Señor mira todo lo que hacemos, no pierde de vista ninguno de nuestros actos.
Gedeón edificó allí un altar y lo llamó El Señor es la paz. El altar está en Ofra, en la tierra de los abiezeritas.