Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Génesis 1:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Entonces Dios dijo: «¡Que aparezca la luz!». Y apareció la luz.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Dios dijo: «Que haya luz»; y hubo luz.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Dijo Dios: 'Haya luz', y hubo luz.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces dijo ’Elohim: Haya luz.° Y hubo luz.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo Dios: 'Haya luz'. Y hubo luz.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Génesis 1:3
22 Tagairtí Cros  

Aquí termina la historia de la creación del cielo y de la tierra. Cuando Dios el Señor hizo la tierra y el cielo,


Mira cómo ilumina con el relámpago en torno suyo y cubre la cima de los montes.


»¿De dónde viene la luz, y cómo se llega allá? O dime respecto a la oscuridad: ¿de dónde viene?


Te cubres de luz como con un manto; extiendes los cielos como un velo.


El Señor es Dios y nos ilumina. Traigan al frente el sacrificio y déjenlo en el altar.


Alábelo, todo cuanto él ha creado. Porque él dio la orden, y ellos fueron creados.


Bastó que hablara, y se formaron los cielos; que soplara para que se formaran todas las estrellas.


Porque bastó que hablara, y surgió el mundo. ¡A su mandato, apareció!


La luz resplandece sobre los justos y la alegría sobre los que hacen lo recto.


Yo formo la luz y hago las tinieblas. Yo envío los buenos tiempos y los malos. Yo, el Señor, soy el que hace esto.


Nadie en Jerusalén necesitará más de sol ni de luna para que los iluminen, porque el Señor, el Dios de ustedes, será su luz perpetua; ¡él será su resplandor!


Jesús, extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: ―Quiero. ¡Ya estás curado! E instantáneamente la lepra desapareció.


Esta luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad no puede apagarla.


La luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, ya estaba por llegar a este mundo.


Después de decir esto, gritó con todas sus fuerzas: ―¡Lázaro, sal de ahí!


En esto consiste la condenación: en que la luz vino al mundo y la gente prefirió las tinieblas a la luz, pues las cosas que hacía eran malas.


Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.


Aunque ustedes antes vivían en tinieblas, ahora viven en la luz. Esa luz debe notarse en su conducta como hijos de Dios.


al único inmortal, el que habita en luz tan deslumbrante que ningún humano puede acercársele, y a quien nadie ha visto ni verá jamás. A él sea la honra y el poder para siempre. Amén.


Este es el mensaje que Dios nos ha dado para ustedes: Dios es luz y en él no hay tinieblas.


Sin embargo, siempre es nuevo, porque es una realidad que se muestra en Cristo y en ustedes. Esto es así porque la luz verdadera brilla y hace que la oscuridad vaya disipándose.