Dios no permitió a nadie que les hiciera daño. Por amor a su pueblo, les advertía a los reyes:
Éxodo 7:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero que, a pesar de eso, debería regresar por la mañana, cuando el faraón salía a bañarse, y esperarlo a las orillas del Nilo. Y le recordó que debía llevar la vara que se había convertido en serpiente. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ve por la mañana a Faraón, he aquí que él sale al río; y tú ponte a la ribera delante de él, y toma en tu mano la vara que se volvió culebra, Biblia Nueva Traducción Viviente Así que irás a ver al faraón por la mañana, cuando descienda al río. Párate junto a la ribera del río Nilo para encontrarte allí con él. No te olvides de llevar contigo la vara que se convirtió en serpiente. Biblia Católica (Latinoamericana) Ve a encontrarlo en la mañana, a la hora en que vaya a bañarse. Lo esperarás a la orilla del río, llevando en tu mano el bastón que se convirtió en serpiente. La Biblia Textual 3a Edicion Ve por la mañana a Faraón cuando salga hacia las aguas, y hazte encontradizo con él a la orilla del Nilo, llevando en tu mano la vara que se convirtió en serpiente, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sal mañana temprano al encuentro del Faraón, a la hora en que se dirige al río. Espéralo a la ribera del Nilo, llevando en tu mano el cayado que se trocó en serpiente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ve por la mañana a Faraón, he aquí que él sale a las aguas; y tú ponte a la orilla del río delante de él, y toma en tu mano la vara que se convirtió en serpiente, |
Dios no permitió a nadie que les hiciera daño. Por amor a su pueblo, les advertía a los reyes:
En eso vio que llegaba a bañarse al río una princesa, una de las hijas del faraón. Mientras caminaba por la orilla con sus damas de compañía, vio la pequeña cesta que estaba en medio de las cañas y envió a una de sus doncellas para que se la llevara.
Entonces Moisés y Aarón fueron a ver al faraón, y realizaron el milagro de la manera que el Señor les había dicho: Aarón arrojó al suelo la vara ante el faraón, y esta se convirtió en serpiente.
El Señor le dijo a Moisés que el faraón era terco y se empeñaría en no dejar salir de Egipto al pueblo de Israel.
Luego el Señor le dijo a Moisés: «Levántate temprano, y sal al encuentro del faraón, cuando vaya a bañarse al río, y dile que yo, el Señor, le ordeno que deje que mi pueblo vaya y me adore.
Comunícales que el Señor Dios dice: “¡Yo soy tu enemigo, faraón, rey de Egipto, quien te crees poderoso dragón echado en medio de tus ríos! Pues tú has dicho: ‘¡El Nilo es mío, yo lo he hecho para mí mismo!’.