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Éxodo 7:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

14 El Señor le dijo a Moisés que el faraón era terco y se empeñaría en no dejar salir de Egipto al pueblo de Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Entonces Jehová dijo a Moisés: El corazón de Faraón está endurecido, y no quiere dejar ir al pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Luego el Señor le dijo a Moisés: «El corazón del faraón es obstinado, y todavía se niega a dejar salir al pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Yavé dijo a Moisés: 'Faraón porfía en negarse a que salga el pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Entonces dijo YHVH a Moisés: el corazón de Faraón se ha vanagloriado de no dejar libre al pueblo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Dijo Yahveh a Moisés: 'Duro es el corazón del Faraón; se ha negado a dejar partir al pueblo.

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Éxodo 7:14
21 Tagairtí Cros  

El Señor le dijo a Moisés: «Vuelve a hablar con el faraón. Pero yo lo he endurecido a él y a sus funcionarios, a fin de hacer nuevos milagros y demostrar mi poder.


Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no dejó salir al pueblo.


Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no los dejó salir.


Si te niegas, mañana cubriré la nación con una plaga de langostas, tan grande, que no podrás ver el suelo, y ellas acabarán de destruir todo lo que escapó del granizo.


Pero yo sé que el faraón no les dará permiso, a menos que se haga sobre él mucha presión.


y yo te he ordenado que lo dejes salir, para que vaya a adorarme, pero te has negado. Por lo tanto, mataré a tu primogénito’ ”.


El corazón del faraón permaneció duro y obstinado y no quiso oír, tal como el Señor lo había advertido.


Pero que, a pesar de eso, debería regresar por la mañana, cuando el faraón salía a bañarse, y esperarlo a las orillas del Nilo. Y le recordó que debía llevar la vara que se había convertido en serpiente.


Te aseguro que las ranas ya no serán una molestia, pues saldrán de tu casa, de las casas de tus oficiales y de las de todo el pueblo, y sólo quedarán las que están en el río.


Pero cuando el faraón vio que se habían acabado las ranas, endureció su corazón y, tal como el Señor lo había advertido, no hizo caso a la petición que le habían hecho Moisés y Aarón.


Que si se niega, enviaré una plaga de ranas a toda la tierra, de un rincón a otro del país.


Cuando el faraón y sus funcionarios vieron esto, pecaron aún más, pues no cumplieron lo que habían prometido.


El faraón envió a ver si era cierto que los animales de los israelitas no morían, pero aunque comprobó que así era, permaneció firme, y no dejó salir al pueblo.


Pero si continúan volviéndome las espaldas y negándose a escucharme, morirán a manos de sus enemigos. Yo, el Señor, se los aseguro.


Están bien instalados en su mundo de mentiras, ahí se sienten como en su propia casa y de plano rehúsan acudir a mí, dice el Señor.


Endurecieron su corazón como si fuera pedernal, para no hacer caso a las palabras que yo, el Señor Todopoderoso, les enviaba, las instrucciones que por mi Espíritu había revelado a los profetas antiguos. Por esta razón yo, el Señor Todopoderoso, los traté con mucha cólera y rigor.


»Pero el rey Sijón se negó, porque el Señor nuestro Dios hizo que se endureciera, para poder destruir a Sijón con las manos de Israel como ahora ya lo ha hecho.


Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que les llamaba la atención en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le damos la espalda al que nos llama la atención desde el cielo.


No sean soberbios ni rebeldes como el faraón y los egipcios. Ellos no quisieron dejar salir a Israel hasta que Dios los destruyó con plagas terribles.


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