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Éxodo 34:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Yo, el Señor, muestro este amor firme a millares que reciben el perdón de sus pecados; pero no doy por inocente al culpable, y exijo que el pecado del padre sea castigado en los hijos, en los nietos y aun en generaciones posteriores.

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Biblia Reina Valera 1960

que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Yo derramo amor inagotable a mil generaciones, y perdono la iniquidad, la rebelión y el pecado. Pero no absuelvo al culpable, sino que extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos y sus nietos; toda la familia se ve afectada, hasta los hijos de la tercera y cuarta generación».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El mantiene su benevolencia por mil generaciones y soporta la falta, la rebeldía y el pecado, pero nunca los deja sin castigo; pues por la falta de los padres pide cuentas a sus hijos y nietos hasta la tercera y la cuarta generación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

que guarda la misericordia a millares, que carga con la iniquidad, la transgresión y el pecado, pero de ningún modo justifica al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos, y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

que guarda su benevolencia por mil generaciones, que tolera culpas, transgresiones y pecados, pero que no deja nada impune y castiga la falta de los padres en los hijos, y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo dará por inocente al culpable; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera, y cuarta generación.

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Éxodo 34:7
57 Tagairtí Cros  

Como Lot se tardaba mucho en salir, los ángeles lo tomaron de la mano, junto con su esposa y sus hijas, y los sacaron de la ciudad. Hicieron esto, porque el Señor tuvo compasión de Lot y de su familia.


Escucha las peticiones del pueblo de Israel cuando quiera que ellos se dirijan a este lugar para orar. Sí, escucha en los cielos donde vives; y cuando hayas oído, perdónanos.


óyelo en los cielos y haz lo que es justo; condénalo, si es culpable o justifícalo, si no lo es.


Porque si se vuelven al Señor, sus hermanos y sus hijos serán tratados con misericordia por sus captores, y podrán volver a su tierra. Porque el Señor, Dios de ustedes, es benigno y misericordioso, y no apartará su rostro de ustedes, si ustedes se vuelven a él».


«Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible, que cumples las promesas y que amas y tienes misericordia de los que te aman y te obedecen, escucha mi oración.


»Y ahora, Dios grande y terrible, que guardas tus promesas de amor y bondad, no tengas en poco los sufrimientos por los que hemos pasado. Gran tribulación ha venido sobre nosotros, sobre nuestros reyes y príncipes, sobre nuestros sacerdotes y profetas, y sobre nuestros antepasados desde los días en que los reyes de Asiria triunfaron sobre nosotros hasta ahora.


Él perdona todos tus pecados y sana todas tus enfermedades,


Castiga los pecados de su padre. No olvides el pecado de su madre.


Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte.


Al que hirió a los primogénitos de Egipto; su gran amor perdura para siempre.


Pero hundió en el Mar Rojo al faraón y a su ejército; su gran amor perdura para siempre.


Pero ¡ay, Señor, mis pecados! ¡Cuántos son! ¡Perdónamelos por amor a tu nombre!


pero tú, Señor, eres misericordioso y bueno, Dios, lento para enojarte, y lleno de gran amor y verdad.


Señor y Dios nuestro, tú les respondiste y les perdonaste sus pecados, pero los castigaste cuando procedieron mal.


Muéstrenle reverencia y obedezcan todas sus órdenes. No se rebelen contra él, porque él actúa en mi nombre, y no les perdonará sus faltas.


»Aléjense de todo intento de acusar a alguien falsamente. No permitan que un inocente sea condenado a muerte. Esto yo no lo toleraré.


Y el Señor le respondió: ―Haré que pase delante de ti mi gloria, y pronunciaré mi nombre, pues soy bondadoso y compasivo con quien quiero.


y le dijo: ―Señor, si es cierto que cuento con tu favor, te ruego que vayas con nosotros a la Tierra prometida. Sí, el pueblo es rebelde y soberbio, pero perdona nuestros pecados y acéptanos como pueblo tuyo.


Consulten entre ustedes, argumenten su causa. ¿Quién sino Dios dijo que todo esto se cumpliría? Porque no hay Dios sino yo, Dios justo y Salvador. No, ¡no hay ni uno!


porque yo estoy con ustedes y los libraré de cualquier peligro, dice el Señor. Aunque destruya totalmente a las naciones en donde los he esparcido, no los exterminaré a ustedes; los castigaré, es cierto, no se librarán del castigo, para que les sirva de corrección.


Eres amoroso y bondadoso para con millares de personas y sin embargo, los hijos y las hijas sufren las consecuencias de las faltas cometidas por sus padres. Tú eres el grande y poderoso Dios, el Señor de los ejércitos.


Sientan orgullo sólo de esto: de conocerme bien y comprender que yo soy el Señor que exige vivir de manera justa y actuar siempre con rectitud, de saber que mi amor es firme, y que así me gusta ser.


Oré al Señor mi Dios y le hice esta confesión: »“Oh Señor, tú eres un Dios grande y maravilloso; tú siempre cumples tus promesas de misericordia hacia aquellos que te aman y viven según tus instrucciones.


Pero tú, Señor, eres nuestro Dios, siempre misericordioso y dispuesto a perdonarnos aun cuando nos hemos rebelado contra ti.


¿Diré yo a tus comerciantes que todo está bien y que no hay problema en que tengan balanzas falseadas y medidas adulteradas? ¿Cómo podría ser Dios justo y considerarlos a ustedes como si fueran inocentes?


¿Dónde hay otro Dios como tú, que perdona los pecados de los que aún quedan de su pueblo? Pues tú no retienes para siempre el enojo contra tu pueblo, porque amas la misericordia y el perdón más que la cólera y el castigo.


¿Quién puede permanecer en pie ante la cólera de Dios? Su enojo es como el ardor del fuego, que es capaz de arrasar con todo lo que se ponga a su paso; hasta las montañas tiemblan cuando Dios da rienda suelta a su enojo.


Cualquier blasfemia o cualquier otro pecado le será perdonado a la gente; pero el que ofenda al Espíritu Santo no tendrá perdón.


y perdona nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a los que nos han hecho mal.


Como ellos no tenían con qué pagarle, les perdonó a los dos la deuda. Ahora dime, ¿cuál de los dos lo amará más?


Entonces Jesús le dijo a la mujer: ―Tus pecados ya están perdonados.


¡Hermanos! ¡Escúchenme! ¡Por medio de Jesús se les anuncia el perdón de los pecados! A cualquiera que crea en él se le declara justo, lo cual la ley de Moisés nunca pudo hacer.


Luego, con su gran poder, lo exaltó como Príncipe y Salvador, para que el pueblo de Israel se vuelva a Dios y alcance el perdón de sus pecados.


Gracias a que él derramó su sangre, tenemos el perdón de nuestros pecados. Así de abundante es su gracia.


Al contrario, sean bondadosos entre ustedes, sean compasivos y perdónense las faltas los unos a los otros, de la misma manera que Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.


Mía es la venganza y la retribución, porque a su tiempo su pie resbalará. El día de la condenación de sus enemigos está cerca; es segura e inminente”.


Pero los que lo odian, él mismo los castigará y destruirá.


»Entiende, pues, que el Señor tu Dios es el único Dios fiel, que por mil generaciones es fiel a su alianza y muestra su lealtad a los que le aman y obedecen sus mandamientos.


Porque nuestro Dios es fuego consumidor.


Josué respondió al pueblo: ―No podrán adorar al Señor su Dios, porque él es santo y celoso y no perdonará sus rebeliones y pecados.


Pero si confesamos a Dios nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad.


Y el que no estaba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.


Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos y los mentirosos, serán arrojados al lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte».