El Señor se le apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al Señor, porque se le había aparecido allí.
Éxodo 24:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Moisés escribió todo lo que el Señor le dijo. Al día siguiente, Moisés se levantó muy temprano y construyó un altar al pie del monte, con doce columnas alrededor, pues doce eran las tribus de Israel. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Moisés escribió cuidadosamente todas las instrucciones del Señor, y temprano a la mañana siguiente se levantó y construyó un altar al pie del monte. También levantó doce columnas, una por cada tribu de Israel. Biblia Católica (Latinoamericana) Y Moisés escribió todas las palabras de Yavé.
Al despuntar el día, Moisés levantó un altar al pie del monte y, al lado del altar, doce piedras por las doce tribus de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Y escribió Moisés todas las palabras de YHVH, y levantándose temprano de mañana, construyó al pie del monte un altar y doce estelas, conforme a las doce tribus de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Moisés escribió todas las palabras de Yahveh y, levantándose de madrugada, alzó al pie de la montaña un altar y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie de la montaña, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. |
El Señor se le apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al Señor, porque se le había aparecido allí.
Al día siguiente se levantó muy de mañana, tomó la piedra que había usado como almohada, la paró como si fuera una columna, para que sirviera de señal de lo ocurrido. Luego derramó aceite de oliva sobre ella.
Entonces Jacob tomó una piedra y la colocó como un pilar, para que les sirviera de prueba.
Durante la celebración de la dedicación se ofrecieron en sacrificio cien becerros, doscientos carneros, y cuatrocientos corderos. Además, como ofrenda por el pecado, se ofrecieron doce chivos, uno por cada una de las tribus de Israel.
Luego, el Señor le ordenó a Moisés: «Escribe esto en un libro para que se recuerde siempre, y anuncia a Josué que borraré todo rastro de Amalec».
Moisés edificó allí un altar, y lo llamó «El Señor-Nisí», que significa «El Señor es mi bandera», y exclamó: «¡Tomen la bandera del Señor en la mano! ¡El Señor estará en guerra con Amalec de generación en generación!».
Después leyó al pueblo el libro que había escrito, el Libro del Pacto, que contenía todas las órdenes y leyes de Dios. Y el pueblo dijo nuevamente: ―Solemnemente prometemos obedecer todas las leyes del Señor.
Cada piedra representará una tribu de Israel, y el nombre de cada tribu será grabado en cada piedra como un sello.
También el Señor le dijo a Moisés: ―Escribe estas leyes que te doy, porque son las condiciones del pacto que hice contigo y con Israel.
Y habrá en aquellos días un altar al Señor en el corazón de Egipto, y un monumento al Señor en sus fronteras.
»Cada día de descanso, el sumo sacerdote colocará doce panes, en dos hileras, sobre la mesa de oro que está delante del Señor. Cada uno de estos panes será preparado con harina de la mejor calidad, y deberá pesar unos cuatro kilos. Sobre cada hilera pondrá incienso puro. Esto será una ofrenda recordatoria, ofrecida por fuego al Señor. Con ella se recordará el pacto eterno que el Señor hizo con el pueblo de Israel.
«Dile al pueblo de Israel que cada uno de los jefes de sus tribus debe presentarse con una vara de árbol con su nombre escrito en ella.
En mi reino van a comer y a beber en mi mesa y se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Moisés, entonces, escribió las leyes que ya había expresado al pueblo y se las entregó a los sacerdotes, los hijos de Leví. Los que tenían a cargo el transporte del cofre que contenía los Diez Mandamientos del Señor. Moisés también se las dio a los ancianos de Israel.
y les dijo: «Vayan al centro del Jordán donde está el cofre. Cada uno de ustedes tomará una piedra y la sacará en hombros, doce en total, una por cada tribu.
Doce piedras constituían los cimientos de la muralla, y en cada una de ellas estaba escrito el nombre de uno de los doce apóstoles del Cordero.