Pero José se rehusó a hacerlo, y le dijo: ―Señora, mi amo confía en mí en todo lo relacionado con su hacienda;
Éxodo 22:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »Si un hombre le pide a su vecino que le guarde un burro, una oveja o cualquier otro animal, y este muere, se hace daño, o se pierde, y no hay testigos que puedan dar cuenta de lo que ocurrió, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y este muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo nadie; Biblia Nueva Traducción Viviente »Ahora supongamos que alguien deja un burro, un buey, una oveja o cualquier otro animal al cuidado de un vecino, pero el animal muere, se lastima o alguien se lo lleva, y nadie vio lo sucedido, Biblia Católica (Latinoamericana) el asunto se decidirá por un juramento. El que lo guardaba jurará que no tomó nada de lo de su prójimo. El dueño se dará por satisfecho y el otro no tendrá que devolver. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando un hombre dé a su prójimo un asno, toro, u oveja, o cualquier animal para ser guardado, y muera, o sea despedazado o llevado sin que nadie vea, Biblia Serafín de Ausejo 1975 el pleito se resolverá mediante juramento del depositario ante Yahveh declarando que no ha puesto su mano sobre el animal de su prójimo. El dueño aceptará el juramento y no habrá obligación de restituir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y se muriere o se perniquebrare, o fuere llevado sin verlo nadie; |
Pero José se rehusó a hacerlo, y le dijo: ―Señora, mi amo confía en mí en todo lo relacionado con su hacienda;
el vecino deberá jurar ante el Señor que no lo ha robado; y el propietario deberá aceptar su palabra, y no se hará restitución por ello.
»En todo caso en que un buey, un burro, una oveja, ropa o cualquier otra cosa se haya perdido, y el propietario piense que lo ha encontrado en poder de otro que lo niega, los dos se presentarán ante los jueces; y el que sea declarado culpable pagará el doble al otro.
Pero el que no lo sabe y hace algo que merezca castigo, recibirá pocos golpes. A todo el que se le da mucho, también mucho se le exigirá; y al que mucho se le confía mucho más se le pedirá.
Por eso, si ustedes no son honestos con las riquezas de este mundo, ¿quién les confiará las riquezas verdaderas?
Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Mas no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que puede guardar lo que le he encomendado hasta el día de su retorno.