Me estoy desvaneciendo como una sombra cuando anochece; estoy cayendo como un saltamontes al que se le sacude con facilidad,
Éxodo 10:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El Señor envió un viento fuerte de occidente que hizo que las langostas fueran a dar al Mar Rojo, de modo que no quedó una sola langosta en Egipto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jehová trajo un fortísimo viento occidental, y quitó la langosta y la arrojó en el Mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el país de Egipto. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le respondió y cambió la dirección del viento, y el viento fuerte del occidente se llevó las langostas y las echó en el mar Rojo. No quedó ni una sola langosta en toda la tierra de Egipto. Biblia Católica (Latinoamericana) el cual hizo soplar un viento muy fuerte del mar, que arrastró todas las langostas hasta el mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH cambió por un viento del mar muy fuerte y se llevó la langosta y la arrojó en el Mar Rojo. No quedó ni una langosta en todo el territorio de Egipto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hizo Yahveh soplar un viento muy fuerte del poniente, que se llevó la langosta y la arrojó al mar de los Juncos. No quedó ni una en todo el territorio de Egipto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová volvió un viento occidental muy fuerte, el cual quitó las langostas, y las arrojó en el Mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el término de Egipto. |
Me estoy desvaneciendo como una sombra cuando anochece; estoy cayendo como un saltamontes al que se le sacude con facilidad,
Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no dejó salir al pueblo.
Echó en el mar los carros y la caballería del faraón. Los más valientes guerreros egipcios yacen muertos en el Mar Rojo.
Yo venceré a estos ejércitos del norte y los enviaré muy lejos; los mandaré a una tierra árida y desértica. Los que marchaban al frente morirán en el Mar Muerto, y los que iban detrás se ahogarán en el Mediterráneo. ¡Se pudrirán y su hedor llenará la tierra!». ¡Sí, el Señor intervendrá con hechos extraordinarios a favor de ustedes!
Por la fe, los israelitas cruzaron el Mar Rojo como por tierra seca. Y cuando los egipcios quisieron cruzarlo, se ahogaron.