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Ester 6:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Entonces Amán entró y se presentó delante del rey, que le preguntó: ―¿En qué forma honrarías a un hombre al que yo deseo honrar? Amán pensó: «¿A quién querrá honrar el rey más que a mí?».

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Biblia Reina Valera 1960

Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey honrar más que a mí?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Amán entró, y el rey dijo: —¿Qué debo hacer para honrar a un hombre que verdaderamente me agrada? Amán pensó para sí: «¿A quién querría honrar el rey más que a mí?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Amán entró y el rey le preguntó: '¿Qué se puede hacer con un hombre al que quiere el rey honrar?» Amán se dijo a sí mismo: '¡A quién más que a mí podría honrar el rey!»'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entró pues Amán, y el rey le preguntó: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y Amán dijo en su corazón: ¿A quién deseará honrar° el rey más que a mí?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entró Amán y el rey le preguntó: '¿Qué se debe hacer con un hombre a quien el rey se complace en honrar?'. Amán se dijo en su interior: '¿A quién, sino a mí, se complace el rey en honrar?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey hacer honra más que a mí?

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Ester 6:6
19 Tagairtí Cros  

y se jactó delante de ellos acerca de su riqueza, de sus muchos hijos, y de cómo el rey lo había honrado y lo había convertido en el hombre más poderoso del reino, después del mismo rey.


Amán tomó las vestiduras, se las puso a Mardoqueo, lo hizo montar en el caballo del rey, y lo condujo por las calles gritando: «¡De esta manera el rey honra a los que le agradan!».


―Es Amán, Su Majestad —le respondieron sus oficiales. ―Díganle que venga —ordenó el rey.


Y respondió: ―Haría traer ropas reales que el rey haya usado, el caballo del rey, la corona real,


y ordenaría a los príncipes más nobles del rey que lo vistieran y lo llevaran por las calles montado sobre el caballo del rey, y que fueran anunciando delante de él: “¡De esta manera el rey honra a una persona que le ha agradado!”.


Pero concede gran gozo a los que me desean el bien. Que clamen ellos con júbilo: «¡Grande es el Señor que se deleita en auxiliar a su siervo!».


los matará su desvío e inexperiencia, su despreocupación y necedad los destruirá.


Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso.


Primero viene el orgullo y luego el fracaso; primero la humildad y luego los honores.


Hay quienes se creen más que los demás y a todos miran con desprecio.


Vean a mi Siervo, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien me deleito. En él he puesto mi Espíritu, él mostrará lo que es justicia a las naciones del mundo.


Me deleitaré en hacerles bien y los volveré a establecer en esta tierra con gran alegría.


»Te sientes muy seguro porque vives en una zona difícil de conquistar, entre rocas altas e inaccesibles. “¿Quién podrá alcanzarnos acá arriba?”, preguntas con jactancia.


y una voz de los cielos dijo: «Este es mi Hijo amado, y en él me complazco».


el que invitó a los dos te dirá: “Dale tu asiento a este otro invitado”. Entonces, avergonzado, tendrás que sentarte en el último lugar.


para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que se niega a honrar al Hijo, tampoco honra al Padre que lo envió.