Ester no le había dicho a nadie que era judía, porque Mardoqueo le había aconsejado que no lo hiciera.
Ester 2:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Todos los días, Mardoqueo se paseaba por el frente de la casa donde estaban las mujeres, para averiguar cómo estaba Ester y cómo la trataban. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, para saber cómo le iba a Ester, y cómo la trataban. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los días, Mardoqueo daba un paseo cerca del patio del harén para averiguar cómo estaba Ester y qué le sucedía. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero diariamente Mardoqueo iba a dar su vuelta por delante del patio de la casa de las mujeres para tener noticias de Ester y de su salud. La Biblia Textual 3a Edicion Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio del harén para saber cómo estaba Ester y cómo la trataban.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mardoqueo pasaba todos los días por delante del patio del harén, para enterarse de la salud de Ester y de lo que le sucedía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, para saber cómo le iba a Esther y qué se hacía de ella. |
Ester no le había dicho a nadie que era judía, porque Mardoqueo le había aconsejado que no lo hiciera.
Antes de ser llevadas a la presencia del rey, cada muchacha debía recibir seis meses de tratamiento de belleza con aceite de mirra, seguido por otros seis meses de tratamiento con perfumes y cosméticos femeninos. Cuando a una muchacha le tocaba ir a pasar la noche con el rey Asuero, se le daban a elegir los vestidos y joyas que deseara, para realzar su belleza. La llevaban entonces a los aposentos del rey en la tarde y a la mañana siguiente regresaba a una segunda casa, donde vivían las concubinas del rey. Allí quedaba por el resto de su vida al cuidado de Sasgaz, que era otro de los hombres de confianza del rey. Tan sólo podía regresar al palacio si el rey la deseaba y la mandaba a llamar.
Varios días más tarde, Pablo le propuso a Bernabé regresar a visitar las ciudades donde anteriormente habían predicado la palabra del Señor, a fin de ver cómo estaban los creyentes.
Dale este queso al capitán y ve cómo lo están pasando tus hermanos. Y trae alguna prenda de ellos».