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Efesios 4:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Su propósito es que su pueblo esté perfectamente capacitado para servir a los demás, y para ayudar al cuerpo de Cristo a crecer.

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Biblia Reina Valera 1960

a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Así prepara a los suyos para las obras del ministerio en vista de la construcción del cuerpo de Cristo;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

a fin de adiestrar° a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mesías,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

a fin de organizar al pueblo santo para las funciones del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;

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Efesios 4:12
45 Tagairtí Cros  

pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falle. Y cuando eso pase y tú te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos».


»Judas era uno de nosotros, y participaba del mismo servicio que hacíamos nosotros.


para asumir el apostolado de Judas el traidor, quien ya está donde le corresponde estar».


Cuando él llegó y vio las maravillas que Dios estaba haciendo, lleno de alegría alentó a los creyentes a permanecer fieles al Señor.


No me importa cuánto haya de sufrir ni trato de salvar mi vida. Lo único que me importa es terminar con gozo mi carrera y la tarea que me señaló el Señor Jesús: dar testimonio del inmenso amor de Dios.


Por lo tanto, ¡cuídense y cuiden el rebaño! ¡Deben pastorear la iglesia que él compró con su sangre! ¡El Espíritu Santo les ha dado a ustedes la responsabilidad de cuidarla!


Mientras tanto, la iglesia de Judea, Galilea y Samaria tenía paz y crecía en fortaleza y número. Los creyentes aprendían cómo andar en el temor del Señor, fortalecidos por el Espíritu Santo.


así sucede en la iglesia. Somos muchos miembros, pero formamos un solo cuerpo, y entre nosotros hay una dependencia mutua.


Si tienes el don de servir a los demás, sirve bien; si eres maestro, sé un buen maestro;


Por tanto, hagamos todo lo que sea posible para contribuir a la armonía en la iglesia y a la edificación mutua.


Sé que ustedes son sabios y bondadosos, hermanos míos, y que están capacitados para enseñarse unos a otros.


Cada uno debe agradar a su prójimo, y hacer cuanto contribuya al bien y a la edificación de su fe.


Estoy seguro de que cuando vaya, el Señor les enviará conmigo grandes bendiciones.


Todos ustedes forman el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro necesario de ese cuerpo.


El Espíritu Santo le da una manifestación especial a cada uno de nosotros para ayudar a los demás.


Si tanto anhelan tener alguno de los dones del Espíritu Santo, pídanle que les dé los mejores, los que de veras puedan ser útiles a la iglesia en general.


porque si uno ora en lenguas, el espíritu ora, pero uno no sabe lo que está diciendo.


Bien, hermanos míos, resumamos. Cuando se reúnan, unos canten, otros enseñen o comuniquen lo que Dios les haya revelado o hablen en lenguas extrañas o interpreten lo que los otros dijeron en lenguas; pero que todo sirva para la edificación de la iglesia.


A lo mejor piensan que les digo todo esto para justificarnos ante ustedes. Dios es testigo de que lo que he dicho ha sido con la intención de ayudarles a crecer, amados hermanos, y lo hemos dicho como quienes están unidos a Cristo.


Concluyo con estas palabras: Estén contentos, busquen su restauración, consuélense, vivan en paz y armonía, y el Dios de amor y paz estará con ustedes.


Por eso nos alegramos cuando nosotros somos débiles, con tal de que ustedes sean fuertes. Nuestra oración es que Dios los restaure en todo.


¿No debemos esperar una gloria mucho mayor en estos días del ministerio del Espíritu Santo?


Dios, en su misericordia, es el que nos permite servirle, y por eso no nos damos nunca por vencidos.


Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo por lo que Jesucristo hizo. Y Dios nos ha otorgado la tarea de la reconciliación.


Nosotros nos comportamos siempre de tal manera que nadie se escandalice, ni critique nuestro servicio.


Puesto que tenemos tan grandes promesas, amados hermanos, apartémonos del mal, ya sea mal corporal o espiritual. Así en el temor de Dios procuraremos ser completamente santos.


Y la iglesia, que es su cuerpo, está llena de él, que llena también todo lo que existe.


Por lo que él hace, cada una de las partes del cuerpo, según el don recibido, ayuda a las demás para que el cuerpo entero y unido crezca y se nutra de amor.


Nunca empleen un lenguaje sucio; más bien digan palabras que les hagan bien a los que las oyen y los ayuden a madurar.


Somos un solo cuerpo y tenemos un mismo Espíritu; además, hemos sido llamados a una misma esperanza.


Es cierto que estoy sufriendo por ustedes, pero me alegro. Así ayudo a completar lo que falta de los sufrimientos de Cristo por ese cuerpo suyo que es la iglesia.


Por eso, adondequiera que vamos hablamos de Cristo, y amonestamos y enseñamos a todos con toda sabiduría. Queremos que cada ser humano sea perfecto como Cristo.


Díganle a Arquipo que no deje de hacer lo que el Señor le encargó.


Mil gracias doy a Cristo Jesús, nuestro Señor, por escogerme como uno de sus mensajeros y darme la fortaleza necesaria para serle fiel.


Sólo Lucas está conmigo. Trae a Marcos cuando vengas, porque me ayudará en mi ministerio.


Por eso, tú mantente vigilante en todas las circunstancias, no temas sufrir, dedícate a la evangelización, cumple con los deberes de tu ministerio.


Obedezcan a sus líderes y sométanse a ellos, porque los cuidan a ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos para que ellos cumplan su trabajo con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.


Así que, sigamos adelante a otras cosas y, como adultos, dejemos a un lado las primeras enseñanzas acerca de Cristo. No repitamos otra vez las primeras lecciones sobre cómo volvernos a Dios, sobre las acciones que llevan a la muerte, sobre la fe en Dios.