Allí las aves hacen sus nidos, y en los cipreses tiene su hogar las cigüeñas.
Daniel 4:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 con sus hojas verdes y frescas, cargado de fruta para que todos pudieran comer, con las bestias viviendo a su sombra, y sus ramas llenas de aves, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, Biblia Nueva Traducción Viviente Sus hojas eran verdes y nuevas, y tenía abundancia de fruta para que todos comieran. Los animales salvajes vivían bajo su sombra y las aves anidaban en sus ramas. Biblia Católica (Latinoamericana) Esto es lo que significa, oh rey. Es una decisión del Altísimo con respecto a mi señor el rey La Biblia Textual 3a Edicion cuyo follaje era hermoso y su fruto abundante, en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves de los cielos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 he aquí la interpretación, ¡oh rey!, y el decreto del Altísimo que afecta a mi señor, el rey: Biblia Reina Valera Gómez (2023) y cuyo follaje era hermoso, y su fruto en abundancia, y que para todos había mantenimiento en él; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en sus ramas habitaban las aves del cielo, |
Allí las aves hacen sus nidos, y en los cipreses tiene su hogar las cigüeñas.
Llegará a ser un noble cedro, produciendo ramas y frutos. Animales de todo tipo se juntarán debajo de él; sus ramas cobijarán toda clase de aves.
Las aves hacían sus nidos en sus ramas, y a su sombra los rebaños y el ganado se reproducían. Todas las grandes naciones del mundo vivían bajo su sombra protectora.
Él ha hecho que Su Majestad gobierne sobre las provincias más distantes y aun los animales y las aves están bajo su control. Usted es la cabeza de oro.
El árbol creció y era muy alto y grueso, era tan alto que llegaba hasta el cielo y podía verse desde cualquier lugar en la tierra.
Pues el árbol alto y grueso que vio, el cual llegaba hasta el cielo, y se podía ver desde cualquier parte de la tierra,
ese árbol, Su Majestad, es usted. Pues ha crecido poderoso y alto; su grandeza llega al cielo y su reino hasta los fines de la tierra.
El reino de Dios se parece a una semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerto. Creció y se convirtió en un árbol grande, y en sus ramas las aves hicieron sus nidos.