Invoca las hordas de demonios que adoraste todos estos años, pídeles que te ayuden a infundir nuevamente profundo terror en muchos corazones.
Apocalipsis 9:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Tampoco se arrepintieron de sus crímenes, hechicerías, inmoralidades sexuales y hurtos! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos. Biblia Nueva Traducción Viviente Esa gente no se arrepintió de sus asesinatos ni de su brujería ni de su inmoralidad sexual ni de sus robos. Biblia Católica (Latinoamericana) No se arrepintieron de sus crímenes, ni de sus brujerías, ni de su inmoralidad sexual, ni de sus robos. La Biblia Textual 3a Edicion Tampoco se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y no se convirtieron de sus asesinatos, ni de sus maleficios, ni de su fornicación, ni de sus robos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos. |
Invoca las hordas de demonios que adoraste todos estos años, pídeles que te ayuden a infundir nuevamente profundo terror en muchos corazones.
Pues bien, ambas cosas te ocurrirán en un instante, en un día te abrumará su plenitud: la viudez y la pérdida de tus hijos, a despecho de tu magia y brujería.
Pero ustedes, ¡vengan acá, hijos de brujas, descendientes de adúlteros y prostitutas!
»”Los sabios instruirán a mucha gente, pero luego a estos maestros los matarán atravesándolos con espadas filosas o los quemarán o los tomarán como esclavos y les despojarán de todos sus bienes.
«Dentro de poco tiempo vendré y los juzgaré. Testificaré prontamente contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los mentirosos, contra los que roban a sus jornaleros, contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y contra los que son injustos con los extranjeros, sin tener temor de mí. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
Del corazón salen los malos pensamientos, los asesinatos, los adulterios, las fornicaciones, los robos, las mentiras y los chismes.
Sí, temo que cuando vaya, Dios me haga sentir avergonzado de ustedes y tenga que llorar porque muchos de los que han pecado no se han arrepentido de la impureza, de la inmoralidad sexual y de los vicios que practican.
idolatría y brujería; odios, pleitos, celos, iras, rivalidades, disensiones, sectarismos y
Los milagros que realizaba eran increíbles; podía, por ejemplo, hacer que cayeran del cielo llamaradas de fuego ante los ojos asombrados de la humanidad.
Luego se le permitió transmitir vida a la estatua y hacerla hablar. Entonces la estatua ordenó que mataran a cualquiera que se negara a adorarla,
La bestia también recibió poder para pelear contra el pueblo de Dios y vencerlo, y se le dio autoridad para gobernar a todas las naciones de este mundo.
Y otro ángel que lo seguía gritaba: «¡Cayó Babilonia! ¡Cayó la gran ciudad que sedujo a las naciones a participar del vino de su adulterio!».
porque tus santos y tus profetas han sido martirizados y su sangre se derramó sobre la tierra. Ahora tú les has dado a beber sangre, pues se lo merecen».
Los reyes tuvieron con ella relaciones sexuales ilícitas, y los habitantes del mundo se embriagaron con el vino de su inmoralidad».
La mujer, vestida de púrpura y escarlata, estaba adornada de hermosísimas joyas de oro, piedras preciosas y perlas, y sostenía en la mano una copa de oro repleta de obscenidades y de las impurezas de su prostitución.
En la frente llevaba escrito su misterioso nombre: BABILONIA LA GRANDE, MADRE DE LAS PROSTITUTAS Y MADRE DE LAS MÁS ODIOSAS IDOLATRÍAS DEL MUNDO.
porque las naciones se han embriagado con el vino excitante de su adulterio, los gobernantes de la tierra se han entregado con ella a los placeres, y los comerciantes de la tierra se han enriquecido con la abundancia de lujos que ella despilfarraba».
porque juzga con justicia y verdad. Ha castigado a la gran prostituta que corrompía la tierra con sus pecados, y ha vengado la sangre de sus siervos que ella derramó».
Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos y los mentirosos, serán arrojados al lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte».
Pero afuera de la ciudad se quedarán los perros, los hechiceros, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.
A pesar de todo eso, las personas que sobrevivieron a aquellas plagas no se arrepintieron de sus malas acciones y siguieron adorando a los demonios y a los ídolos de oro, plata, bronce, piedra y madera que no pueden ver ni oír ni caminar.