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Apocalipsis 18:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Los gobernantes del mundo que tomaron parte en sus inmoralidades y se deleitaron con sus lujos, llorarán y lamentarán ante sus restos humeantes.

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Biblia Reina Valera 1960

Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y los reyes del mundo que cometieron adulterio con ella y disfrutaron de todos sus lujos, se lamentarán por ella cuando vean el humo que sube de sus restos carbonizados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Llorarán y harán duelo por ella los reyes de la tierra que con ella se acostaban y lo pasaban bien cuando vean la humareda de su incendio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los reyes de la tierra que fornicaron y vivieron en lujuria con ella, llorarán y se lamentarán por ella cuando vean la humareda de su incendio,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llorarán y plañirán por ella los reyes de la tierra, los que con ella fornicaron y se entregaron al lujo, cuando vean la humareda de su incendio,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella, y han vivido en deleites, cuando ellos vean el humo de su incendio,

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Apocalipsis 18:9
24 Tagairtí Cros  

Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la llanura, y vio que del suelo salía humo, como el humo que sale de un horno.


Los justos se regocijan al ver la venganza; al lavar sus pies en la sangre de los malvados.


Y así Babilonia, el más glorioso de los reinos, flor y nata de la cultura caldea, será completamente arrasada como lo fueron Sodoma y Gomorra cuando Dios les envió fuego del cielo;


Hace tiempo está lista la hoguera funeraria de Moloc, el dios asirio, listo el montón de leña. El aliento del Señor como fuego de volcán la encenderá.


El Señor anuncia que destruirá a Babilonia como destruyó a Sodoma, Gomorra y sus pueblos aledaños. Nadie volvió a vivir en ellos jamás, así como tampoco nadie volverá a vivir en Babilonia.


¡El mundo entero se estremecerá por la caída de Babilonia, y su grito desesperado se oirá por toda la tierra!


Pero ahora, de pronto, también cayó Babilonia. Lloren por ella; denle medicina, quizá pueda aún ser sanada.


Todos los que viven sobre las costas observan, incrédulos. Sus reyes están espantados y miran con caras demudadas.


Él gritó: “Derriben el árbol, corten sus ramas, quiten sus hojas y desparramen sus frutos. Alejen los animales de debajo de él y las aves de sus ramas.


Verán que toda la tierra es azufre y sal, desierta y calcinada, sin cultivar, tierra que no produce, ni siquiera hierba, como las de Sodoma y Gomorra, Admá y Zeboyín, que el Señor destruyó en medio de su ira.


Las viudas más jóvenes no deben figurar en la lista porque lo más probable es que más adelante se dejen llevar por sus deseos, se alejen de Cristo y se quieran casar.


El humo de su tormento se elevará eternamente, y el que adore a la bestia y a su estatua o se deje marcar con su nombre no tendrá alivio ni de día ni de noche».


Los reyes tuvieron con ella relaciones sexuales ilícitas, y los habitantes del mundo se embriagaron con el vino de su inmoralidad».


y al contemplar el humo del incendio, dirán: «¿Dónde vamos a encontrar otra ciudad como esta?».


Pero tú, cielo, regocíjate por lo que ha sucedido. Y regocíjense también los santos, los profetas y los apóstoles, porque al castigar a la gran ciudad, Dios les está haciendo justicia a ustedes».


porque las naciones se han embriagado con el vino excitante de su adulterio, los gobernantes de la tierra se han entregado con ella a los placeres, y los comerciantes de la tierra se han enriquecido con la abundancia de lujos que ella despilfarraba».


Ella ha vivido en derroches y en placeres sin límites; dale ahora dolores y penas sin límites. Ella se jacta diciendo: “En este trono soy reina. No soy ninguna viuda; nunca sufriré”.


Y añadieron: «¡Aleluya! ¡Las ruinas de ella humearán eternamente!».


Por eso, la voy a arrojar en un lecho de intensa aflicción; y junto a ella arrojaré a sus amantes y los haré sufrir terriblemente si no se vuelven a mí, arrepentidos de los pecados que han cometido con ella.