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Apocalipsis 18:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Ella ha vivido en derroches y en placeres sin límites; dale ahora dolores y penas sin límites. Ella se jacta diciendo: “En este trono soy reina. No soy ninguna viuda; nunca sufriré”.

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Biblia Reina Valera 1960

Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ella se glorificó a sí misma y vivió rodeada de lujos, ahora denle la misma proporción de tormento y tristeza. Ella se jactó en su corazón, diciendo: “Soy reina en mi trono. No soy ninguna viuda indefensa ni tengo motivos para lamentarme”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Que sufra tantos tormentos y penas como fueron su orgullo y su lujo. Se dice a sí misma: '¡Domino como reina, no soy viuda, nunca conoceré el lamento.'''

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La Biblia Textual 3a Edicion

En la medida en que ella se glorificó y vivió en lujuria, así tanto dadle de tormento y llanto; pues dice en su corazón: Estoy sentada como° reina, y no soy viuda, y jamás veré duelo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Por todo cuanto se glorificó y se entregó al lujo, dadle otro tanto de tormento y llanto. Porque dice en su corazón: 'Estoy sentada como reina, no soy viuda y jamás veré el llanto'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Cuanto ella se ha glorificado, y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto.

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Apocalipsis 18:7
16 Tagairtí Cros  

―¡Magnifico! —dijo el rey—. Toma las vestiduras y el caballo, y haz así con Mardoqueo, el judío que trabaja en la puerta real. Hazlo todo en la misma forma que lo has sugerido, sin que se te escape ni un solo detalle.


Se jactan de que ni Dios ni el hombre pueden hacer nada contra ellos; siempre estarán libres de problemas.


Entre tus damas de honor se cuentan princesas; a tu derecha se halla la novia real luciendo el oro más fino.


Díganles al rey y a la reina madre: Bajen de sus tronos a sentarse en el polvo, porque su cabeza ha quedado sin su linda corona, han perdido su poder.


Las calles de Jerusalén donde antes siempre había un feliz alboroto están ahora en silencio. La que era gran señora ahora es como una viuda que se sienta a llorar su soledad. La que era reina de pueblos ahora es la criada.


En gran angustia tomarás sobre ti todo ese sufrimiento como si bebieras de una gran copa llena de un líquido amargo hasta la última gota. Yo he hablado, dice el Señor.


»Te sientes muy seguro porque vives en una zona difícil de conquistar, entre rocas altas e inaccesibles. “¿Quién podrá alcanzarnos acá arriba?”, preguntas con jactancia.


Este será el destino de la ciudad grande y próspera que vivió tan segura y que decía de sí misma: «En todo el mundo no hay ciudad tan grande como yo». Pero ahora, vean cómo ha quedado convertida en un lugar de completa ruina, como guarida de animales. Todo el que pase por ella se burlará o meneará la cabeza sin creer lo que ve.


Las viudas más jóvenes no deben figurar en la lista porque lo más probable es que más adelante se dejen llevar por sus deseos, se alejen de Cristo y se quieran casar.


porque las naciones se han embriagado con el vino excitante de su adulterio, los gobernantes de la tierra se han entregado con ella a los placeres, y los comerciantes de la tierra se han enriquecido con la abundancia de lujos que ella despilfarraba».


Los gobernantes del mundo que tomaron parte en sus inmoralidades y se deleitaron con sus lujos, llorarán y lamentarán ante sus restos humeantes.